Fritz Arno Wagner

SOMBRA (Sombras)

Región de oscuridad donde la luz es obstaculizada. Una sombra ocupa todo el espacio detrás de un objeto opaco con una fuente de luz frente a él. La sección eficaz de una sombra es una silueta bidimensional o una proyección invertida del objeto que aspira la luz.
Las sombras chinescas, precedente del teatro de sombras, parten de un juego popular basado en un efecto óptico teatralizado. Efecto que se consigue al interponer las manos u otros objetos entre una fuente de luz y una superficie clara (pantalla o pared), de manera que la posición y el movimiento de las manos proyecta sobre el improvisado escenario sombras que representan figuras estáticas o en movimiento. Constituyen una de las más antiguas artes del teatro de títeres y marionetas. (Wikipedia)

“Quien se queda mucho tiempo mirando a los sueños, termina pareciéndose a una sombra”
André Malraux (1901-1976) Novelista, aventurero y político francés

SOMBRAS (Schatten, eiene nächtliche halluzination) – 1923

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Director Arthur Robison
Guion Arthur Robison y Rudolph Schneider
Fotografía Fritz Arno Wagner y Hugo Von Kaweczynski
Música Ernst Riege
Producción Pan Film de Dafu Film Verleih Gmbh.
Nacionalidad Alemania
Duración 108m. B/N
Reparto Frtiz Korner, Ruth Weyher, Gustav Von Wangenheim, Fritz Rasp, Max Gulstorff, Ferdinand Von Alten, Alexander Granach.

«Sombras, una alucinación nocturna»

El norteamericano Arthur Robison legó a la cinematografía del país que lo acogió como realizador una perla fílmica de incalculable valor histórico, pues enriquecía los hasta entonces rudimentarios rasgos ornamentales del expresionismo con unos recursos estilísticos de mayor consistencia artística, y, a su vez, encauzaba los mismos hacia una nueva corriente estética que empezaba a germinar bajo el nombre de ‘kammerspielfilm’. Así, los frágiles decorados de papel o las telas pintadas de películas como EL GABINETE DEL DR. CALIGARI (1919) cedieron paso a una puesta en escena determinada a través de una escenografía orgánica y un convulso tratamiento lumínico asentado en un sugerente juego de formas y penumbras. Mediada por un conjunto de crispadas actuaciones, representaba con dramático sarcasmo y sin necesidad de rótulos explicativos una ominosa intriga concebida por el pintor y decorador Albin Grau, en la que se exploraba el inconsciente humano a través del vaivén de instintos febriles y recelosos que un ilusionista errante provocaba con su espectáculo de sombras chinescas entre los invitados a la licenciosa fiesta nocturna de una seductora condesa.

Otras películas colmadas de SOMBRAS

Nosferatu, el vampiro – F.W. Murnau (1922)
Larga es la noche – Robert Krasker (1947)
Sombras y niebla – Woody Allen (1991)

CIRIO (Las tres luces)

Vela de cera de un pabilo, larga y gruesa. (Espasa-Calpe)

«Llegado el gobernador y gente que le acompaña, entraron todos al claustro que iglesia y patio separa. Encendieron ante el Cristo cuatro cirios y una lámpara y de hinojos un momento le rezaron en voz baja» (poema A buen juez mejor testigo)
José Zorrilla (1817-1893) Poeta y dramaturgo español

LAS TRES LUCES (Der müde tod) – 1921

tres2

Director Fritz Lang
Guion Fritz Lang y Thea Von Harbou
Fotografía Hermann Saalfrank, Fritz Arno Wagner, Erich Nitzchmann, Bruno Mondi y Bruno Timm
Producción Decla-Bioscop
Nacionalidad Alemania
Duración 105m. B/N
Reparto Bernhard Goetzke, Lil Dagover, Walter Janssen, Max Adalbert, Erich Pabst, Rudolf Klein-Rogge, Carl Rückert, Georg John.

«Lo que ves aquí es la vida de los humanos. Se encienden y arden durante un tiempo y se apagan cuando Dios lo decide. ¡Créeme, mi oficio es duro! ¡Es una maldición! Estoy hastiado de ver el sufrimiento de los humanos…»

Hastiado por la tremenda ingratitud de su oficio pero empeñado en demostrar la desalmada ineludibilidad del destino, la Muerte (imponentemente caracterizada por Bernhard Goetzke) otorga tres oportunidades a una joven para recuperar la existencia de su amado, haciéndola viajar a sendos enclaves históricos (la Bagdad de principios del siglo XX, la Venecia renacentista y la antigua China) para que consiga evitar la extinción de uno de los tres cirios (o vidas masculinas) que allí están a punto de apagarse. Este lúgubre planteamiento fantástico, fiel exponente del espíritu de infortunio que amenazaba al pueblo teutón, propició una de los más hermosos largometrajes surgidos del expresionismo alemán y el primer gran triunfo de su realizador, quien conjugó las constantes técnicas y estéticas más representativas del movimiento (profuso empleo de símbolos trascendentes, claroscuros, transparencias o distorsiones decorativistas) con influencias culturales tan heterogéneas como la literatura romántica o el clasicismo renacentista de pintores como Durero o Grünewald.

Otras películas alumbradas con CIRIOS

Macario – Roberto Gavaldón (1960)
El manantial de la doncella – Ingmar Bergman (1960)
La habitación verde – François Truffaut (1978)