Elias Koteas

AUTOMÓVIL (Tucker, un hombre y su sueño)

Vehículo motorizado que recibe su nombre a partir de la capacidad de automovimiento, es decir, que no necesita de la fuerza humana o de algún animal para trasladarse de un lugar a otro. Hoy en día, el automóvil es sin dudas el medio de transporte más común y popular, pudiéndose encontrar diferentes modelos de automóviles, tamaños, colores, formas y materiales. (definicionabc.com)

“Si el automóvil hubiera seguido el mismo ciclo de desarrollo que el ordenador, un Rolls-Royce costaría hoy cien dólares, alcanzaría un millón de millas por galón… y explotaría una vez al año, matando a todos sus ocupantes”
Robert X. Cringely (1953-) Periodista estadounidense de temas informáticos

TUCKER, UN HOMBRE Y SU SUEÑO (Tucker: the man and his dream) – 1988

tucker

Director Francis Ford Coppola
Guion Arnold Schulman y David Seidler
Fotografía Vittorio Storaro
Música Joe Jackson
Producción Lucasfilm/Paramount/Zoetrope Studios
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 111m. Color
Reparto Jeff Bridges, Joan Allen, Martin Landau, Frederic Forrest, Dean Stockwell, Mako, Elias Koteas, Lloyd Bridges, Christian Slater.

«Las dos cosas más horribles que una persona puede ser son, ser abogado o político. ¿Por qué querría que seas presidente? La mayoría de ellos son ambas cosas»

Respaldado económicamente por su camarada George Lucas, Coppola mostró la cara más amarga del mítico sueño americano con la epopeya financiera de Preston Tucker, un visionario fabricante de automóviles, que, en 1945, contemplaba como las grandes compañías de Detroit boicoteaban un modelo absolutamente revolucionario, lleno de adelantos en materia de seguridad y otras ventajas para el consumidor, que él mismo había proyectado y construido. Sin obviar el evidente paralelismo entre el utópico personaje y el propio realizador en lo referente al temerario afán megalomaníaco por competir con sus estudios Zoetrope contra la poderosa industria hollywoodiense, nos hallamos ante un luminoso canto a la creatividad, al coraje y al espíritu emprendedor, desarrollado con una vitalidad estilística fuera de lo común y dotado de un insuperable atractivo formal, donde la iluminación de Vittorio Storaro y el vestuario de Milena Canonero brillaban de manera especial. A pesar de todas sus virtudes, incluida una perfecta dirección de actores (inolvidable Landau) y una bellísima banda sonora de Joe Jackson, supuso un contundente fracaso comercial.

Otras películas sobre AUTOMÓVILES

Chitty Chitty Bang Bang – Ken Hughes (1968)
Christine – John Carpenter (1983)
Gran Torino – Clint Eastwood (2008)

EXCITACIÓN (Crash)

Primera parte de una respuesta sexual. Ambos sexos experimentan un aumento del ritmo cardíaco (…) Se inicia con la estimulación que puede ser física, psicológica o una combinación de ambas a través del olfato, la vista, el tacto, el pensamiento o las emociones. (Wikipedia)

«Me atrevo a afirmar que no hay erotismo auténtico sin el arte de la ambigüedad; cuando la ambigüedad es poderosa, más viva es la excitación»
Milan Kundera (1929-) escritor checo

CRASH (Crash) – 1996

crash

Director David Cronenberg
Guion David Cronenberg
Fotografía Peter Sanchitzky
Música Howard Shore
Producción Alliance Com./RPC/Movie Network/Téléfilm Canadá
Nacionalidad Canadá/ Gran Bretaña/ Francia
Duración 98m. Color
Reparto James Spader, Holly Hunter, Elias Koteas, Deborah Unger, Rosanna Arquette, Peter McNeill, Judah Katz, Nicky Guadagni.

«El choque de un automóvil resulta al final un hecho más fecundo que destructivo. Es una liberación de energía sexual…»

La insólita propensión de Cronenberg a reavivar los más depravados instintos de la conciencia terrenal alcanzó su cénit en esta alucinógena e iconoclasta adaptación de la novela homónima de James Graham Ballard, donde se retaba al espectador a presenciar una experiencia de abstrusa y extrema fisicidad con la que poner a prueba su capacidad para tolerar sensaciones propensas a la excitación o al repudio. La malsana y escalofriante deformación psíquica, sexual y deontológica que une a un clandestino grupo de personas aficionadas al insólito morbo fetichista que surge de los accidentes automovilísticos apostó por una puesta en escena de metódica frialdad estética y luctuoso lirismo visionario para establecer una impactante y transgresora metáfora sobre la peligrosa concomitancia entre el temperamento humano y la tecnología moderna. Una subyugante banda sonora compuesta a base de irritantes punteos y una digna labor interpretativa acabaron de atusar el que, sin duda, permanece como el análisis nihilista más malévolo y controvertido de su extremado autor.

Otras películas sobre la EXCITACIÓN sexual

El imperio de los sentidos – Nagisa Oshima (1976)
Lunas de hiel – Roman Polanski (1992)
The pillow book – Peter Greenaway (1996)