Algo que transmite su humor a través de imágenes, generalmente sin el uso de palabras. Hay varios ejemplos utilizados en la historia del cine por directores que han basado la mayor parte de su humor en gags visuales, incluso al punto de no usar diálogo. Uno de los ejemplos más recientes e importantes lo podríamos encontrar en la serie televisiva Mr. Bean, de Rowan Atkinson, siguiendo quizá el esquema de gag visual exponenciado por Charles Chaplin junto con otras importantes figuras del cine mudo como los actores Harold Lloyd, Buster Keaton o Harpo y Groucho Marx. El primer uso conocido del gag tuvo lugar, como podría por otra parte parecer evidente, en la primera película de humor de la historia del cine, L’Arroseur Arrosé (El regador regado), rodada en un minuto de metraje por los Hermanos Lumière en 1895 y en la que un jardinero que riega sus plantas acaba por convertirse en el objeto de la travesura de un niño. (Wikipedia)
«Vuelvo a las películas que iba a ver cuando era chico. Hoy repaso todo aquello y me pongo a pensar cómo no se me ocurrió un gag así. Ese sentido de la imagen y de su pureza, se sostenía en algo fundamental en el humor: el poder de síntesis. Es la capacidad, como hacen los dibujantes, de contar toda una historia en tres cuadritos. El gag es el módulo básico donde todo se asienta”
Juan Carlos Mesa (1930-) Humorista, actor, guionista, director de cine y de televisión argentino
CHARLOT EMIGRANTE (The inmigrant) – 1917
Director Charles Chaplin
Guion Charles Chaplin
Fotografía William C. Foster y Roland H. Totheroh
Producción Lone Star Corporation/Mutual Film
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 25 min. B/N
Reparto Charles Chaplin, Edna Purviance, Eric Campbell, Albert Austin, Henry Bergman, John Rand, Stanley Sanford, James T. Kelly, Kitty Bradbury.
«¿Cuál es el problema, camarero?»
Penúltima contribución artística de Charles Chaplin para la Mutual y, sin duda, una de las más sobresalientes, donde ampliaba la magnitud de su particular universo cómico con ciertas incursiones dramáticas y varios apuntes críticos de marcado contenido social y autobiográfico, que no vacilaban en despedazar el generoso y arquetípico enfoque liberalista aplicado al pueblo estadounidense. El film está fraccionado en dos partes totalmente diferenciadas, fruto de la particular improvisación argumental de su autor: una primera en la que se ilustra con cruda ironía la odisea marítima de unos emigrantes, cuyas expectativas de futuro ya se ven truncadas a su llegada a Ellis Island, donde son tratados prácticamente como reses, así como el nacimiento del emotivo romance entre el vagabundo y una bella exiliada; mientras que la segunda, rodada con anterioridad, localiza en un restaurante una sucesión de lúcidos gags, entre los que destaca la escena del dólar encontrado en la calle, posteriormente perdido y finalmente recuperado. Pese a su vituperante mirada, deparó un rutilante éxito comercial.
Otras películas que contienen una importante dosis de GAGS visuales
El moderno Sherlock Holmes – Buster Keaton (1924)
Día de fiesta – Jacques Tati (1949)
El terror de las chicas – Jerry Lewis (1961)