OLEAJE (Al borde del mar azul)

Sucesión continuada de olas. (RAE)
El oleaje no es un proceso homogéneo ni estacionario; es decir, no todas las olas tienen el mismo periodo, altura, longitud de onda o dirección en cada instante y lugar, sino que cada una tiene sus características propias, que además varían en el espacio y en el tiempo. (Wikipedia)

“Las olas, al retirarse, dejaban de vez en cuando la arena tan seca como la del desierto; y los árboles y arbustos se estremecían y se sacudían en incesante agitación, como el oleaje de un temporal en plena noche” (novela Melmoth el errabundo)
Charles Maturin (1782-1824) Dramaturgo, escritor y predicador protestante anglo-irlandés

AL BORDE DEL MAR AZUL (U samogo sinego morya) – 1936

samogo2

Director Boris Barnet y Samad Mardanov
Guion Klimenti Mints
Fotografía Mikhail Kirillov
Música Sergei Pototsky
Producción Mezhrabpom/Azerfilm
Nacionalidad Unión Soviética
Duración 91m. B/N
Reparto Nikolay Kryuchkov, Lev Sverdlin, Yelena Kuzmina, Sergei Komarov, Lyalya Sateyeva, Semyon Svashenko, Aleksandr Zhukov.

«Alyoshka, nos hemos arriesgado a morir juntos once veces en el mar. Las tormentas no me asustan, pero decir ‘me gustas’ a una mujer… Eso sí me asusta.»

Sin abandonar aquel productivo acento de desenfadado e ingenuo humanismo que infundió a sus obras silentes y sublimó su primera película sonora, la magistral SUBURBIOS, Boris Barnet (en esta ocasión secundado por Samad Mardanov) dirigió esta optimista comedia romántica con tintes sociales, que ha superado las reprobadoras atribuciones de esquematismo e indolencia ideológica con las que fue recibida en su época para consolidarse como uno de los grandes clásicos del cine soviético. La inocua rivalidad que dos amigos marineros entablan por el amor de una joven y angelical rubia, hija de uno de los integrantes de la comunidad azerbayana de pescadores que los acoge tras naufragar en aguas del mar Caspio, sobresale por su fascinadora pureza visual (bellísimas devienen las imágenes del mar y su fuerte oleaje) y por un primitivismo naif, carente de toda complejidad psicológica. La voluble naturaleza actúa como lienzo del anhelo humano en este entusiasta canto a la alegría de vivir, henchido de poesía onírica y singularizado por un entonces innovador empleo de los efectos de sonido.

Otras películas determinadas por la presencia de un fuerte OLEAJE

La tormenta perfecta – Wolfgang Petersen (2000)
El faro – Robert Eggers (2019)
Retrato de una mujer en llamas – Céline Sciamma (2019)

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