Apetito desordenado e ilimitado de los placeres carnales. El término suele estar asociado al deseo sexual incontrolable, aunque, en realidad, también permite referirse al exceso o demasía de otro tipo de cosas. La lujuria se vincula con la lascivia, que es la imposibilidad de controlar la libido. Las religiones suelen condenar a la lujuria. Para el catolicismo, la lujuria es un pecado capital, mientras que el hinduismo la señala como uno de los cinco males. (definicion.de)
“La lujuria es como la pimienta, que no se tolera sino a pequeñas dosis”
Louis Sébastien Mercier (1740-1814) Escritor, dramaturgo y crítico francés
SONRISAS DE UNA NOCHE DE VERANO (Sommarnattens leende) – 1955
Director Ingmar Bergman
Guion Ingmar Bergman
Fotografía Gunnar Fischer
Música Erik Nordgren
Producción Sevnsk Filmindustri
Nacionalidad Suecia
Duración 108m. B/N
Reparto Ulla Jacobson, Gunnar Björnstrand, Eva Dahlbeck, Harriet Andersson, Margit Carlqvist, Ake Fridell, Jarl Kulle, Bibi Andersson.
«No olvide que el amor es un juego de malabarismo continuo con tres pelotas, cuyos nombres son corazón, palabras y cuerpo. ¡Qué fácil es jugar con las tres pelotas y qué fácil perder una de ellas!»
A pesar de contar ya entonces con quince películas en su haber, la definitiva consagración internacional de Bergman no se produjo hasta la presentación en Cannes de esta epicúrea y desenfadada comedia de enredos amorosos, que, por otro lado, serviría para cerrar una etapa del autor centrada principalmente en la complejidad de las relaciones afectivas. Parapetándose en el distinguido y hedonista colectivo burgués de principios del siglo XX, el cineasta sueco representaba con causticidad, etérea elegancia y un envoltorio de aparente ligereza los pérfidos y desenfrenados escarceos sexuales de un variopinto grupo humano reunido en una mansión campestre durante un lujurioso y veraniego fin de semana. Película de clara herencia teatral, fruto de una rutilante amalgama de influencias (Shakespeare, Marivaux e incluso LA REGLA DEL JUEGO de Jean Renoir), sobresalía por la acidez y magnificencia de sus diálogos, así como por unas espléndidas interpretaciones (imborrable deviene la sensualidad emanada por Harriet Andersson), que, sin embargo, no consiguieron evitar su fracaso comercial. En 1973, Stephen Sondheim estrenó por primera vez un exitoso musical inspirado en el film, A little night music, y, nueve años más tarde, Woody Allen lo homenajeó con una más que aceptable parodia en LA COMEDIA SEXUAL DE UNA NOCHE DE VERANO.
Otras películas imbuidas por una atmósfera de LUJURIA
La noche de la Iguana – John Huston (1964)
Casanova – Federico Fellini (1976)
Deseo, peligro – Ang Lee (2007)
Es que efectivamente… Harriet Andersson bien merece un poco de lujuria. Entre ésta y ‘Un verano con Mónica’ en plan primer amor… ¡Gracias por la mención!
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Hoy la he visto y he pasado una buena tarde. Me gustan tus posts, me culturizan mucho. Lujuria en sí no hay en la peli, es un flirteo, calientagenitales, libertad sexual… Un diálogo muy acertado, con puntadas de humor brutales. Me encanta la madre de Desirée!
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Creo que la lujuria se vislumbra en la mentalidad y el proceder de algunos personajes, en especial el de la doncella Petra, pero no se manifiesta de una manera muy evidente como es natural en el cine clásico de los cincuenta. Me alegro mucho que disfrutaras con la película y, aún más, que te guste y encuentres útil el contenido del blog. Un saludo, Xavier.
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Una gran película de Bergman. En sí lo que más me gustó es la ambientación de la historia, una sensación que se transmite llena de humor casi nostálgico.
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Probablemente sea la película más divertida y una de las más accesibles del maestro sueco.
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Sí, estoy de acuerdo. Es una de Bergman que podría ser como «la puerta al cine de Bergman». Un abrazo
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