Day: diciembre 28, 2015

SUICIDIO (El sabor de las cerezas)

Acto por el que una persona, deliberadamente, se provoca la muerte. Por lo general es consecuencia de desesperación, derivada o atribuible a una enfermedad mental, como la depresión, el trastorno bipolar, la esquizofrenia, el trastorno límite de la personalidad, el alcoholismo o abuso de sustancias. A menudo influyen en él diversos factores estresantes como dificultades financieras o problemas en las relaciones interpersonales. Entre las medidas empleadas para prevenirlo se encuentran: limitar el acceso a los métodos, como armas de fuego y venenos, el tratamiento de la enfermedad mental subyacente o del abuso de sustancias y la mejora de las condiciones financieras. (Wikipedia)

“El suicidio, lejos de negar la voluntad, la afirma enérgicamente. Pues la negación no consiste en aborrecer el dolor, sino los goces de la vida. El suicida ama la vida; lo único que pasa es que no acepta las condiciones en que se le ofrece”
Arthur Schopenhauer (1788-1860) Filósofo alemán

EL SABOR DE LAS CEREZAS (Ta’m e guilass) – 1997

sabor3

Director Abbas Kiarostami
Guion Abbas Kiarostami
Fotografía Hamayon Payvar
Producción Abbas Kiarostami Productions/CiBy 2000
Nacionalidad Irán
Duración 98m. Color
Reparto Homayon Ershadi, Abdolrahman Bagheri, Safar Ali Moradi, Mir Hossein Noori, Afshin Korshid Bakhtiari.

«La vida es como un tren que se mueve siempre hacia adelante hasta que alcanza el final de su recorrido, el fin. Por supuesto, la muerte es una solución, pero no la primera. No durante tu juventud»

Consumando un proyecto de más de ocho años de antigüedad, a los que se sumaron otros dos empleados en su gestación, Kiarostami volvía a destapar el tarro de su fascinante y sutil esencia fílmica para tutear con gran sensibilidad y sin ningún amaneramiento un tema considerado tabú en su país natal: el suicidio. A través del misterioso itinerario por las polvorientas colinas de Teherán que un hombre flemático y desesperado recorre con la obsesiva esperanza de que alguien le ayude a culminar su insensata determinación, el reputado cineasta trazaba un humilde y perspicaz retrato de la sociedad coetánea iraní, exhibiendo su talentosa capacidad para extraer hermosas imágenes de un entorno tan hostil como desolador y poniendo en práctica métodos revolucionarios tan particulares como el hecho de que ninguno de los intérpretes, por supuesto actores no profesionales, coincidiera durante el rodaje. La cinta, rematada con un epílogo arriesgado, distanciador e incierto, burlaría las autoridades nacionales para ser presentada en Cannes, donde triunfó con todo merecimiento.

Otras películas sobre distintas formas de encarar un SUICIDIO

Fuego fatuo – Louis Malle (1963)
La gran comilona – Marco Ferreri (1973)
Leaving Las Vegas – Mike Figgis (1995)