DESOLACIÓN (El dulce porvenir)

1. Destrucción total.
2. Aflicción, angustia, desconsuelo.
3. Soledad absoluta, ausencia de vida en un lugar.
(Espasa-Calpe)

«En este mundo, nada hay tan cruel como la desolación de no desear nada»
Haruki Murakami (1949-) Escritor japonés

EL DULCE PORVENIR (The sweet hereafter) – 1997

sweet

Director Atom Egoyan
Guion Atom Egoyan
Fotografía Paul Sarossy
Música Mychael Danna
Producción Alliance/Canadian Film y Video Prod./TMN/Ego Gort/Harold Greenberg Fund/Téléfilm Canada
Nacionalidad Canadá
Duración 112m. Color
Reparto Ian Holm, Peter Donaldson, Bruce Greenwood, Arsinée Khanjian, Gabrielle Rose, Sarah Polley, Tom McCamus, Alberta Watson.

«El único jurado que uno puede tener es la gente de su pueblo. Sólo ellos tienen que decir si eres culpable o no»

Apoyándose por primera vez en un texto ajeno, The sweet hereafter de Russell Banks (al parecer, basado en una historia verídica ocurrida en una localidad de Texas), Atom Egoyan porfió en escrutar los recovecos más sombríos de la intimidad con este penetrante y gélido anecdotario de frustraciones, falsedades y heridas no cicatrizadas, centrado en las oportunistas gestiones que un atormentado abogado emprende con los habitantes de una comunidad rural norteamericana, convulsionada por la tragedia colectiva de haber perdido a todos sus niños en el accidente del autobús escolar. El arriesgado cineasta volvió a demostrar su talento a la hora de plantear soluciones narrativas y fragmentó la estructura del relato en diversos niveles temporales, alternándolos con asombrosa fluidez hasta recomponer un astuto rompecabezas con el que poder reflexionar con distanciamiento sobre la fatalidad del destino o el doloroso abatimiento que suscita una errónea gestión de la paternidad. La exquisitez de sus níveas imágenes y el magnífico quehacer del reparto coral resultaron cruciales para rubricar un film de una crueldad desoladora, entroncado por referencias a la fábula de El flautista de Hamelín.

Otras películas teñidas de DESOLACIÓN

Alemania, año cero – Roberto Rossellini (1948)
Stalker – Andrei Takovsky (1979)
Amor – Michael Haneke (2012)

4 comentarios

  1. Si se consigue mantener la contención y la verosimilitud, es un tema poderoso como pocos. No estoy seguro, pero creo recordar que, a mi juicio, ‘Alemania, año cero’ se pasaba un pelín con el melodramatismo de su desenlace. En cambio ‘Amor’ era absolutamente devastadora desde su absoluto e inmisericorde realismo.

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    1. Cierto, un tema que ha dado mucho de sí y que ha cimentado filmografías de gente como Bergman o Antonioni.
      Tanto Hildy Johnson como tú me hablasteis hace meses de “Amor” y hace poco tuve la oportunidad de verla. Os agradezco la recomendación, pues la película me hipnotizó con su doliente y desgarradora honestidad dramática. Tras su conclusión me dejó casi conmocionado durante un buen rato en el sofá reflexionando sobre la historia. Un gran película de un director que siempre consigue salir airoso de proyectos arriesgados y que nunca te dejan indiferente.
      Un saludo.

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  2. Atom Egoyan es de mis cineastas pendientes. Sólo he visto de su filmografía Ararat y Chloe. Y creo que sabe bastante de desolación.

    Alemania, año cero… los efectos de la guerra a través de la mirada de un niño. Desgarra. Y los ancianos de Amor en esa casa… te hacen mirar de frente muchos temas cotidianos que nos da miedo ver o pensar en ellos. Sin duda la palabra desolación acompaña esa historia.

    Con Tarkovsky me pasa lo mismo que con Egoyan, es de mis directores pendientes. He visto obras (Sacrificio, La infancia de Iván y un cortometraje precioso El violín y la apisionadora)pero me falta mucho por descubrir.

    Al lado de desolación también colocaría una película que volví a revisar hace poco, Revolutionary Road de Sam Mendes.

    Besos
    Hildy

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  3. Te agradezco que me hablaras en su día de «Amor», igual que le he dicho a Abúlico. Veo que me puedo fiar de vosotros…
    Un director interesante, Egoyan. Curiosamente, no coincidimos en ninguna de las películas suyas que hemos visto. No es un realizador fácil, todo lo contrario, pero tiene obras muy interesantes como «El video de Benny» (muy extraña, pero sugerente), «Exótica» (hipnótica y sensual), «El viaje de Felicia» (con un gran Bob Hoskins), además de «El dulce porvenir».
    En cuanto a Tarkovsky, que, evidentemente tampoco es un director nada fácil, puedo confesarte que he visto prácticamente casi toda su filmografía, algo que tiene un mérito enorme (ya te irás dando cuenta conforme vayas conociéndolo). Ahora, te avanzo que «La infancia de Ivan» y la delicada «El violín y la apisonadora» son quizás sus películas más amenas. Como le dije a Abúlico (y que me perdonen los muy tarkovskianos) enfrentarte a su cine es todo un desafío al sueño.
    Un abrazo.

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