Robert Ardrey

RITMO (Los tres mosqueteros)

Orden acompasado en la sucesión o acaecimiento de las cosas. (RAE)
En las artes visuales, en la composición visual, se habla de que hay ritmo cuando existe una ordenación determinada en sus líneas de movimiento o una repetición armónica de una línea (ritmo lineal), una forma (ritmo formal), un color (ritmo cromático) o un foco lumínico (ritmo lumínico o de luces y sombras) (…) El ritmo en el cine es la cadencia producida por el montaje, según la diversa longitud de los fragmentos montados. (Wikipedia)

“Un flirteo es un romance a ritmo acelerado. Un romance es un flirteo a ritmo lento”
Billy Wilder (1906-2002) Director de cine y productor estadounidense de origen austríaco

LOS TRES MOSQUETEROS (The three musketeers) – 1948

ritmo

Director George Sidney
Guion Robert Ardrey
Fotografía Robert H. Planck
Música Herbert Stothart
Producción Metro Goldwyn Mayer
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 128m. Color
Reparto Gene Kelly, Lana Turner, June Allyson, Frank Morgan, Van Heflin, Robert Coote, Vincent Price, Angela Lansbury, Reginald Owen.

«Sucumbir entre amigos… ¿Puede el hombre pedir más, ni el mundo ofrecer menos? ¿Quién quiere vivir hasta que la última botella esté vacía? Es el todos para uno, D’Artagnan, y uno para todos.»

Inolvidable clásico del cine de aventuras de capa y espada, que, con casi toda seguridad, permanece como la mejor adaptación cinematográfica de la famosa novela homónima de Alejandro Dumas. La especial camaradería que brota entre el impetuoso gascón D’Artagnan y los tres más intrépidos mosqueteros del rey Luis XIII, sus bulliciosos escarceos amorosos y los distintos trances que deben superar para neutralizar las conspiraciones palaciegas urdidas por el perverso cardenal Richelieu (impecable Vincent Price) fueron expuestas a través de una puesta en escena de luminoso technicolor y desenfrenado ritmo narrativo, carente de escenas superfluas ni diálogos sin importancia. Sensacional dirección artística de un equipo liderado por el gran Cedric Gibbons, deslumbrador vestuario de Walter Plunkett y extraordinario plantel de intérpretes, entre los que sobresalía la infatigable vivacidad de Gene Kelly, verdadero responsable de que los vibrantes duelos a espada fueran tratados como auténticas coreografías musicales, y la esplendorosa presencia de Lana Turner en el papel de la pérfida traidora Milady de Winter.

Otras películas de trepidante RITMO narrativo

Luna nueva – Howard Hawks (1940)
El tren del infierno – Andrei Konchalovsky (1985)
El Gran Hotel Budapest – Wes Anderson (2014)

OBSCENIDAD (Madame Bovary)

Dicho o hecho grosero sobre alguna cuestión sexual que ofende o escandaliza a una persona. (oxforddictionaries.com)

«Considero la pobreza como algo obsceno. Y creo que la teoría de que el mercado libre se encargará de todo es un absurdo y una obscenidad más. El llamado mercado libre de lo que se preocupa es de enriquecer a las corporaciones más poderosas. Creo que la última tendencia del mercado libre es que los pobres sean aún más pobres.»
Norman Mailer (1923-2007) Escritor estadounidense

MADAME BOVARY (Madame Bovary) – 1949

madame

Director Vincente Minnelli
Guion Robert Ardrey
Fotografía Robert Planck
Música Miklos Rozsa
Producción Metro Goldwyn Mayer
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 115m. B/N
Reparto Jennifer Jones, Van Heflin, Louis Jordan, James Mason, Christopher Kent, Gene Lockhart, Gladys Cooper, Henry Morgan.

«Había aprendido a ser una mujer para quien la experiencia siempre sería una prisión, y para quien la libertad siempre estaría más allá del horizonte.»

Deslumbrante adaptación del inmortal clásico literario de Gustave Flaubert, paradigma de la filosofía francesa del siglo XIX, en torno al irresoluble deseo de amar y vivir intensamente que una mujer sustenta en el contexto de prejuiciosa mediocridad y falsos valores que enfatizaba la burguesía provinciana francesa de la época. A pesar de que el guion fue lamentablemente manipulado por la censura, Minnelli evidenció sus grandes dotes para el melodrama aunando romanticismo, delicadeza y sensibilidad en una narración en flashback circunscrita por las declaraciones ante el tribunal en el juicio por obscenidad y escándalo público al que fue sometido el escritor francés en 1857, y, cuya cúspide expresiva residía en los casi diez minutos de creciente fogosidad que inmortalizan la escena del baile en casa del marqués de Anderville, con los criados destrozando las ventanas al son del vals de Miklos Rozsa. Jennifer Jones gestionó con ensalzable mesura un personaje que simbolizaba con un ímpetu algo trasnochado el anhelo por indagar en la pasión que conmueve a los humanos.

Otras películas en las que asistimos a un juicio por OBSCENIDAD

Lenny – Bob Fosse (1974)
El escándalo de Larry Flynt – Milos Forman (1996)
Howl – R.Epstein y J.Friedman (2010)