Katharine Hepburn

DEPORTE (La impetuosa)

En líneas generales, un juego o actividad reglamentada, normalmente de carácter competitivo, que mejora la condición física y psíquica de las personas o tiene propiedades recreativas que lo diferencian del mero entretenimiento. (Wikipedia)

«El deporte no forja el carácter, lo pone de manifiesto»
Heywood Hale Broun (1918-2001) Escritor, periodista y comentarista deportivo estadounidense

LA IMPETUOSA (Pat and Mike) – 1952

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Director George Cukor
Guion Ruth Gordon y Garson Kanin
Fotografía William Daniels
Música David Raskin
Producción Metro Goldwyn Mayer
Nacionalidad Estados Unidos
Reparto Spencer Tracy, Katharine Hepburn, Aldo Ray, Jim Backus, George Matthews, William Ching, Charles Bronson, Chuck Connors.

«Si te apetece correr significa que estás en buena forma»

Memorable comedia realista sobre la llamada guerra de sexos que desgranaba a través de una ingeniosa puesta en escena las artimañas esgrimidas por un avispado mánager para encauzar el futuro profesional y afectivo de una joven portentosamente dotada para la práctica del deporte en general. Si bien no merecen ser olvidadas sus enérgicas y abundantes secuencias competitivas, fortalecidas por alguna que otra acotación de carácter surrealista y en las que una exultante Katharie Hepburn de cuarenta y tres años no cesaba de mostrar su ejemplar forma física, no cabe duda que los momentos culminantes de la función residían en los ocurrentes lances dialogados que la actriz mantenía con Spencer Tracy, muchos de ellos perfeccionados durante el rodaje debido a la gran amistad que les unía con George Cukor y el también insigne matrimonio de guionistas Gordon/Kanin. Un sutil y refrescante alegato contra la explotación en el deporte de alto rendimiento, por el que comparecían numerosas estrellas de la época: ‘Gussie’ Moran, Alice Marble y Don Budge (tenis), Babe Dickinson Zaharias (atletismo) o Beverly Hanson (golf), entre otros.

Otras películas donde se practica más de un DEPORTE

El colegial – James W. Horne (1927)
La reina de los deportes – Sun Yu (1934)
Deporte, deporte, deporte – Elen Klimov (1970)

ANTICUARIO (Locuras de verano)

Una tienda de antigüedades o anticuario es una tienda al por menor especializada en la venta de objetos antiguos. Su producto es normalmente suministrado por subastas, ventas del estado, búsquedas en los mercadillos, compra de casas a particulares por defunción o mudanza, etc. Los objetos vendidos en un anticuario van desde muebles a pintura, objetos de decoración, bisutería, libros, etc. (Wikipedia)
Persona o establecimiento dedicados al comercio de antigüedades o a coleccionarlas. El que hace profesión del conocimiento de las cosas antiguas. (Larousse Editorial)

«¿Alguna vez has pensado empezar de cero en otra ciudad? Fue entonces cuando todo cambió. Justo al acercarme a aquel viejo cartel de madera escrito en francés que vendían en un anticuario improvisado de Madrid. Aux tissus des Vosges, Alice HUMBERT, nouveautés. Entré sin decir nada. Tenía la mirada perdida del que logra lo que quiere. En pocos segundos presentí un vuelco y una irreprimible necesidad de cambiar de vida. Traducido quería decir: tejidos de los Vosgos, Alice Humbert, novedades. Significaba más, mucho más… de la mano de dos mujeres maravillosas, irresistibles y arrebatadoras»
Màxim Huerta (1971-) Periodista y escritor español

LOCURAS DE VERANO (Summertime) – 1955

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Director David Lean
Guion David Lean y H.E. Bates
Fotografía Jack Hildyard
Música Alessandro Cicognini
Producción London Films/Lopert Productions
Nacionalidad Gran Bretaña/ EEUU
Duración 100m. Color
Reparto Katharine Hepburn, Rossano Brazzi, Isa Miranda, Darren McGavin, Mari Aldon, Jane Rose, Gaetano Autiero, MacDonald Parke.

«¿Por qué hay que comprender? Las cosas más hermosas de la vida son las que no se comprenden»

Brillante adaptación de la obra teatral de Arthur Laurents The time of the cuckoo, que permite dividir el período puramente intimista de David Lean con las solemnes y fastuosas superproducciones que integrarían su posterior obra. Recuperando el tema del romance fugaz y consternador abordado en la esencial BREVE ENCUENTRO (1946), narró con semejante emotividad aunque menor dosis de inventiva el transitorio idilio que una solterona turista norteamericana vive con un galán vendedor de antigüedades durante el transcurso de sus vacaciones en Venecia. Una profunda reflexión sobre la soledad y el embrujo de la pasión otoñal, expuesta con sensibilidad dramática y sencillez descriptiva a través de una portentosa fotografía en technicolor de Jack Hildyard, que aprovechaba su tono documental (especialmente en su primera mitad) para captar el hechizo de la ciudad de laberínticos canales con una presunción pictórica absolutamente primorosa. Una vez más, Katharine Hepburn volvió a evidenciar su inmenso talento con una caracterización tan magistral que acabó minimizando la labor de su solvente «partenaire».

Otras películas con protagonismo de un ANTICUARIO

Un italiano en Londres – Alberto Sordi (1966)
La maldición del altar rojo – Vernon Shewell (1968)
El otro señor Klein – Joseph Losey (1976)