James Whale

CRIATURA (El doctor Frankenstein)

Término atestiguado desde mediados del siglo XI, que se aplica al ser humano en cuanto especie viviente creada por Dios, parte de la creación. (…) A mediados del siglo XV el término ya había derivado para designar a los hombres como pecadores, así como a todo un bestiario de seres imaginarios más o menos nefastos, misteriosos o monstruosos. (Wikipedia)

“Aquí reposan los restos de una criatura que fue bella sin vanidad, fuerte sin insolencia, valiente sin ferocidad y tuvo todas las virtudes del hombre y ninguno de sus defectos” (Epitafio para un perro)
Lord Byron (1788-1824) Poeta inglés

EL DOCTOR FRANKENSTEIN (Frankenstein) – 1931

Director James Whale
Guion Garret Ford y Francis Edward Faragoh
Fotografía Arthur Edeson
Música David Brockman
Producción Universal
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 71m. B/N
Reparto Boris Karloff, Colin Clive, Mae Clarke, John Boles, Edward van Sloan, Dwight Frye, Frederick Kerr.

«¿Nunca has querido hacer algo que fuera peligroso? ¿Dónde deberíamos estar si nadie trata de descubrir qué hay más allá?»

Libérrima adaptación de la emblemática novela homónima de Mary Shelley, basada en gran medida en una versión teatral formalizada por Peggy Webling en 1927, que ha sobrevivido como una obra clave en la historia del fantástico por implantar la figura del icónico monstruo protagonista en la mitología popular e introducir por primera vez en el género de terror el recurrente arquetipo del científico perturbado. Henry Frankenstein (Víctor en el original literario) era en esta ocasión el ‘mad doctor’ responsable de crear a partir de trozos de distintos cadáveres a una criatura horrible pero conmovedora para posteriormente otorgarle una vida destinada a zozobrar entre la ruin aversión y la prejuiciosa crueldad del ser humano. Bela Lugosi rechazó el papel que identificaría para siempre a Boris Karloff (excelsamente maquillado por Jack Pierce) en este film de estilo expresionista que combinaba con admirable precisión tonalidades decadentes con inequívocamente sombrías. Su éxito propiciaría una superlativa secuela a cargo del propio James Whale (1935) y un buen número de sátiras, entre las que sobresale la hilarante parodia que Mel Brooks dirigió en 1974.

Otras películas protagonizadas por una CRIATURA fantástica

King Kong – Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack (1933)
Drácula – Terence Fisher (1958)
Eduardo Manostijeras – Tim Burton (1990)

SECUELA (La novia de Frankenstein)

Cualquier producto cultural producido después de otra obra completa y que se desarrolla en un mismo «universo», pero en un tiempo posterior. Normalmente suele contener elementos de la obra original, como escenarios y personajes aunque esto no siempre es así. (…) Dentro de las películas suelen ser frecuentes las continuaciones. A veces, tienen un título especial, como ‘The Dark Knight’, continuación de ‘Batman Begins’, pero en otros casos se limitan a poner un número al título de la obra original, como por ejemplo, ‘Rocky II’, ‘Spider-Man 3’ o ‘La Pantera Rosa 2’. (Wikipedia)

«La película que convirtió en mito al inefable Stallone. Excesivamente dilatada y monótona, muestra el mundillo del boxeo en general y la vida de un aspirante a campeón en particular. El éxito se debió seguramente a su ramplón populismo. Provocó secuelas y varias imitaciones» (a propósito de Rocky en la imprescindible Guía del cine)
Carlos Aguilar (1958-) Historiador cinematográfico y novelista español

LA NOVIA DE FRANKENSTEIN (Bride of Frankenstein) – 1935

Director James Whale
Guion William Hulburt y John L. Balderston
Fotografía John J. Mescall
Música Franz Waxman
Producción Universal
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 79m. B/N
Reparto Boris Karloff, Colin Clive, Valerie Hobson, Elsa Lanchester, Ernest Thesiger, Una O’Connor, E.E. Clive, Lucien Prival, Reginald Barlow.

«A veces me pregunto si la vida no sería mucho más divertida si todos fuéramos demonios, sin tonterías acerca de los ángeles y de ser buenos»

Magistral continuación de la exitosa EL DOCTOR FRANKENSTEIN (1931), que, no sólo consiguió el difícil reto de superarla, sino que se encumbró como la auténtica obra maestra del ciclo de terror de la Universal, adquiriendo la condición de incuestionable clásico del cine fantástico. Colmada de referencias bíblicas y poderosamente influenciada por una filosofía humanista, narraba como el Dr. Henry Frankenstein, presionado por el perverso e inefable Dr. Pretorius (uno de los grandes descubrimientos del film junto a sus diminutos humanoides), decidía ofrecer a su desamparada criatura una compañera creada a partir de cadáveres. Sin duda alguna, se trata del trabajo más elegante de James Whale, realizado por medio de una aleación entre el más puro horror expresionista y un desesperado e impulsivo tono poético, favorecido por la espléndida música de Franz Waxman y un sensacional reparto encabezado por Boris Karloff, tan espeluznante como conmovedor, y una Elsa Lanchester (inolvidable con su mítico peinado electrizado concebido por Jack Pierce) que asumía también en el prólogo el papel de la autora de la novela, Mary Shelley.

Otras ejemplos de cómo una SECUELA puede superar el film original

El Padrino II – Francis Ford Coppola (1974)
El testamento del Dr. Mabuse – Fritz Lang (1933)
El caballero oscuro – Christopher Nolan (2008)

INVISIBILIDAD (El hombre invisible)

Cualidad de un cuerpo físico visible de no ser visto en condiciones de luz normales para un supuesto observador. Hasta principios del siglo XXI esta cualidad solo era posible en la naturaleza y se daba en gases y seres u objetos que, por su tamaño, el ojo humano no era capaz de captar sin ayuda de lentes u otra tecnología diseñada para tal menester. Los científicos creen haber descubierto la forma de alterar el efecto de la luz sobre un cuerpo físico para conseguir el efecto de invisibilidad de forma artificial gracias a telas compuestas por estructuras electrónicas nanométricas. La consecución de este logro tiene importantes aplicaciones en la industria del espionaje y la guerra (…) La invisibilidad ha sido tratada en numerosas ocasiones por escritores y cineastas de ficción ya sea científica o mágica, casi siempre planteando el peligro que supone que este don caiga en malas manos. (Wikipedia)

“El temor de las cosas invisibles es la semilla natural de lo que cada uno llama para sí mismo religión”
Thomas Hobbes (1588-1679) Filósofo inglés

EL HOMBRE INVISIBLE (The invisible man) – 1933

invisible

Director James Whale
Guión Robert Cedric Sherriff
Fotografía Arthur Edeson
Música W. Franke Harling
Producción Universal
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 71m. B/N
Reparto Claude Rains, Gloria Stuart, Una O’Connor, William Harrigan, Forrester Harvey, John Carradine, Henry Travers, Holmes Herbert.

«Empezaremos con un puñado de asesinatos. Gente importante, gente pequeña… Simplemente para demostrar que no hacemos distinciones»

Apremiado por el productor Carl Laemmle Jr. tras el éxito de EL DOCTOR FRANKENSTEIN (1931), Whale adaptó otra prestigiosa obra literaria, en esta ocasión la novela de H.G.Wells, para proseguir ajustando las bases del género fantástico y, en especial, de que aquel poderoso y reconocible estilo dispersado por la Universal de los treinta. Aunque el feroz ajamiento que produce el paso de los años no ha afectado a los entonces innovadores efectos especiales de John P. Fulton, que aún continúan sorprendiendo por su agudeza y originalidad, sí ha influido en su tenue y rudimentaria puesta en escena, que, vista hoy en día, reviste un aspecto que balancea entre la insubstancialidad de su acepción dramática a ciertos apuntes humorísticos de chirriante e inadecuada tosquedad y, además, elude el análisis moral y psicológico que sugiere la célebre historia del doctor trastornado por los malévolos poderes de la invisibilidad. No obstante, sustenta atrevimiento descriptivo y un vigor plástico que le confieren la categoría de clásico, ni que decir infinitamente superior a las atronadas secuelas perpretradas por Joe May, EL HOMBRE INVISIBLE VUELVE (1940), y Ford Beebe, LA VENGANZA DEL HOMBRE INVISIBLE (1944).

Otras películas que abordan el tema de la INVISIBILIDAD

Te veo y no te veo – Robert Butler (1972)
Memorias de un hombre invisible – John Carpenter (1992)
El hombre sin sombra – Paul Verhoeven (2000)