George Stevens

DESDOBLAMIENTO (El hombre y la bestia)

1. Extensión de algo que estaba doblado.
2. Fraccionamiento o formación de dos o más cosas a partir de una.
Desdoblamiento de personalidad Trastorno psicológico caracterizado por la alternancia inconsciente de caracteres y comportamientos distintos en un mismo individuo.
(Espasa-Calpe)

“El desdoblamiento del yo es un fenómeno en gran número de casos de masturbación”
Fernando Pessoa (1888-1935) Poeta y escritor portugués

EL HOMBRE Y LA BESTIA (Dr. Jekyll and Mr. Hyde) – 1920

jekyll

Director John S. Robertson
Guion Clara S. Beranger
Fotografía Roy F. Overbaugh
Producción Paramount
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 80m. B/N
Nacionalidad John Barrymore, Brandon Hurst, Martha Mansfield, Louis Wolheim, Charles Lane, Nita Naldi, Cecil Clovelly, George Stevens.

«Un hombre no puede destruir al salvaje que hay en él negando sus impulsos. La única forma de deshacerse de una tentación es ceder a ella»

Exitosa aunque algo avejentada versión de las atormentadas andanzas del famoso ‘mad doctor’ que supera y oscurece a la profusión de cintas que, durante el período silente, brotaron para plasmar en imágenes la plenitud de matices trágicos y metafísicos que atesora la novela de Robert L. Stevenson. Si bien dicho cometido quedó algo frustrado al contradecir parcialmente aquella incursión en la coexistencia del bien y del mal que establecía el referente literario, el film adquirió su inequívoca distinción gracias a un horror primitivista estéticamente heredero del expresionismo alemán y a la exhibición interpretativa del hasta entonces galán John Barrymore, que con escasos trucajes y sin apenas maquillaje resolvía las monstruosas mutaciones de su personaje, llegándose a identificar tanto con él que sufrió diversas crisis nerviosas durante el rodaje. Basada en la obra teatral de Thomas Russell Sullivan, sugiere una advertencia sobre el riesgo que comporta para la humanidad el indagar por vericuetos más propios del poder divino que de una incumbencia meramente científica

Otras películas sobre el DESDOBLAMIENTO DE PERSONALIDAD

Las tres caras de Eva – Nunnally Johnson (1957)
El profesor chiflado – Jerry Lewis (1963)
Cisne negro – Darren Aronofsky (2010)

ADMIRACIÓN (Raíces profundas)

Consideración especial que se siente o tiene para con alguien o algo, por el afecto o las cualidades que disponen, según corresponda (…) Generalmente cuando algo o alguien causan admiración en otro es porque disponen de atribuciones o propiedades notables, positivas y originales, que impactan en éste de manera desbordante. (definicionabc.com)

«El amor más fuerte y más puro no es el que sube desde la impresión, sino el que desciende desde la admiración»
Catalina de Siena (1347-1380) Santa católica, co-patrona de Europa e Italia y Doctora de la Iglesia

RAÍCES PROFUNDAS (Shane) – 1953

shane

Director George Stevens
Guion A.B. Guthrie Jr.
Fotografía Loyal Griggs
Música Victor Young
Producción Paramount
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 118m. Color
Reparto Alan Ladd, Jean Arthur, Van Heflin, Brandon de Wilde, Ben Johnson, Jack Palance, Edgar Buchanan, Emile Meyer, Elisha Cook Jr.

«Uno no puede dejar de ser lo que es, torcer su destino»

El sempiterno enfrentamiento entre la nobleza y la malignidad, escudado en la no menos tradicional pugna entre campesinos y ganaderos terratenientes de finales del siglo XIX, y, a su vez, resuelto por la intervención de un héroe solitario de pasado escabroso y semblante impertérrito, por cierto, interpretado por uno de los actores más inexpresivos del Hollywood de la época. Ante tales arquetipos como premisa, irremisiblemente ligados a la iconografía del western clásico, no resulta fácil intuir el cúmulo indeleble de emociones turbadoras y sentimientos velados, tácitamente reprimidos, que acaba transmitiendo este himno a la fraternidad ante el abuso del poder caciquil, basado en una novela homónima de Jack Shaefer y popularmente inmortalizado por la relación de afecto y venerada admiración que el infante de la familia amenazada sostiene con el misterioso forastero. Además de dotar al relato de un poderoso ritmo secuencial, George Stevens supo beneficiarse de la sabia explotación del paisaje montañoso de Wyoming, de un inspirado plantel de intérpretes y de una bellísima partitura musical.

Otras películas sobre la ADMIRACIÓN

La sombra de una duda – Alfred Hitchcock (1943)
Matar a un ruiseñor – Robert Mulligan (1962)
La lengua de las mariposas – José Luis Cuerda (1999)