Mes: febrero 2019

CORRUPCIÓN (El príncipe de la ciudad)

Acción y efecto de corromper, echar a perder algo, se refiere a la alteración, descomposición o putrefacción de una cosa, se asocia principalmente a los procesos políticos, cuando estos son transformados para el placer personal, dejando de lado la preocupación por el servicio a la comunidad. (Wikipedia)
La corrupción policial es un tipo de mala praxis policial, frecuentemente constitutiva de delito, consistente en el uso indebido de sus atribuciones, recursos o información con el objeto de obtener provecho económico o de otro tipo, así como avances en la carrera profesional e incluso fines políticos. Esa mala praxis consiste frecuentemente en el soborno, el chantaje o el uso selectivo de la persecución, investigación o arresto de terceros. (Wikipedia)

“En tiempos de corrupción es cuando más leyes se dan”
Étienne Bonnot de Condillac (1715-1780) Filósofo y economista francés

EL PRÍNCIPE DE LA CIUDAD (Prince of the city) – 1981

prince

Director Sidney Lumet
Guión Sidney Lumet y Jay Presson Allen
Fotografía Andrzej Bartkowiak
Música Paul Chihara
Producción Orion-Warner
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 167m. Color
Reparto Treat Williams, Jerry Orbach, Richard Foronjy, Lindsay Crouse, James Tolkan, Don Billett, Kenny Marino, Tony Page, Norman Parker.

«Para la mayoría de los policías la corrupción comienza poco a poco, casi imperceptiblemente, pero abandonarla es algo que sólo puede hacerse dando un paso grande y peligroso. Un paso donde lo arriesgas todo»

Lumet, destacado componente de la denominada «generación de la televisión», insistió en la línea marcada en sus anteriores policíacos, SÉRPICO (1973) y TARDE DE PERROS (1975), para llevar a cabo esta sólida e impetuosa adaptación homónima de un caso real novelado por Robert Daley (Prince of the City: The true story of a cop who knew too much), que, sin lugar a dudas, constituye una de las obras más eminentes y desatendidas de su intermitente trayectoria. Recurriendo a un marcado carácter semidocumental y a una impronta narrativa tan enérgica como agobiante se pormenorizaba la historia de un agente de la brigada de estupefacientes que opta por colaborar con la policía federal para desenmascarar la corrupción existente dentro del cuerpo policial neoyorquino. Este prometedor material fue troquelado con precisión para confeccionar un absorbente retrato sobre los límites de la fidelidad, favorecido por la precisa caracterización de Treat Williams (asesorado por el auténtico inspirador del personaje protagonista, Robert Leuci) y al que, únicamente, pueda imputársele un metraje excesivamente dilatado.

Otras películas sobre CORRUPCIÓN POLICIAL

Teniente corrupto – Abel Ferrara (1992)
L.A. Confidential – Curtis Hanson (1997)
El bonaerense – Pablo Trapero (2002)

ARMISTICIO (Todos a casa)

Suspensión de hostilidades pactada entre pueblos o ejércitos beligerantes. Según la Convención de La Haya de 1899, suspende las operaciones de guerra por un mutuo acuerdo de la beligerancia (…) Todo armisticio debe ser notificado oficialmente y en tiempo útil a las autoridades competentes y a las tropas, quedando suspendidas las hostilidades inmediatamente después de la notificación o en el plazo que fijen los contendientes. (Wikipedia)

«Este no es un tratado de paz, sino un armisticio de veinte años» (expresando su descontento ante el Tratado de Versalles)
Ferdinand Foch (1851-1929) Mariscal francés y comandante en jefe de los ejércitos Aliados durante la Primera Guerra Mundial

TODOS A CASA (Tutti a casa) – 1960

Director Luigi Comencini
Guion Luigi Comencini, Furio Scarpelli, Age y Marcello Fondato
Fotografía Carlo Carlini
Música Francesco Lavagnino
Producción Dino de Laurentiis/Orsay Films
Nacionalidad Italia/ Francia
Duración 105m. B/N
Reparto Alberto Sordi, Serge Reggiani, Martin Balsam, Eduardo De Filippo, Carla Gravina, Claudio Gora, Nino Castelnuovo, Didi Perego.

«¿Y qué está bien hecho o mal hecho? Lo que ha sucedido le parece bien hecho… ¿Y todos estos años de guerra para qué han servido?»

A caballo entre el glorioso neorrealismo y la floreciente ‘comedia a la italiana’, Comencini suscribía la gran obra maestra de su filmografía al pormenorizar en clave tragicómica las errantes y vertiginosas peripecias que hostigan a cuatro militares italianos durante la Segunda Guerra Mundial; en concreto, tras el caos político-social suscitado ante el rumor de un armisticio entre el gobierno y los aliados.  Un largometraje de una perfecta ambientación naturalista, ingeniosamente dialogado e interpretado con absoluta convicción, que hurgaba con aspereza y loable sentido humanista en el compromiso, el sentido del deber y el beneficio de la conciencia colectiva, mientras ajaba la ilusión del regreso al hogar apercibiendo de la dificultad del soldado para recomponer su vida tras la dura contienda. Alberto Sordi, en una portentosa exhibición de sus registros interpretativos, y un conmovedor Serge Reggiani lideraban el espléndido reparto de esta poco recordada película, bajo cuya aparente ligereza afloraba un alegato antibelicista cargado de amargura y causticidad.

Otras películas ambientadas en un contexto de ARMISTICIO

Los malditos – René Clement (1947)
Un giorno da leoni – Nanni Loy (1961)
Capitán Conan – Bertrand Tavernier (1996)