Recurso literario y un amplio género de literatura, cine, televisión y videojuegos, que incluye numerosos y frecuentemente solapados subgéneros, cuyo objetivo principal es mantener al lector a la expectativa, generalmente en un estado de tensión, de lo que pueda ocurrirles a los personajes y, por lo tanto, atento al desarrollo del conflicto o nudo de la narración (…) En el cine, el suspense fue ampliamente explorado, como forma de atraer y cautivar a una audiencia. Y algunos cineastas lo tomaron como su marca registrada, como fue el caso de Alfred Hitchcock, cuyos filmes tienen la preocupación principal de provocar reacciones de miedo y de sobrecogimiento, o al menos de expectativa. (Wikipedia)
«Para producir suspense, en su forma más común, es imperativo que la audiencia esté completamente informada de todos los elementos en juego. De lo contrario no hay suspense.»
Alfred Hitchcock (1899-1980-) Cineasta inglés
EXTRAÑOS EN UN TREN (Strangers on a train) – 1951
Director Alfred Hitchcock
Guion Raymond Chandler, Czezi Ormonde y Whitfield Cook
Fotografía Robert Burks
Música Dimitri Tiomkin
Producción Warner Bros.
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 101m. B/N
Reparto Robert Walker, Farley Granger, Ruth Roman, Leo G. Carroll, Patricia Hitchcock, Kasey Rogers, Marion Lorne, Jonathan Hale.
«Todos tienen alguien de quien les gustaría verse libre. No irá usted a decirme que nunca en su vida ha sentido deseos al menos de verse libre de alguien…»
La enfermiza fascinación por el asesinato perfecto, la cara oculta de una psicopatía reprimida, a menudo de una implícita homosexualidad, o la apremiante pesadumbre del falso culpable por desarmar los albures que lo incriminan, entre otras constantes hitchcockianas, se daban citan en este angustioso ejercicio de intriga psicológica en torno a la coacción a la que es sometido un afamado profesional del tenis por parte de un desconocido para que cumpla el intercambio homicida, que, según éste, pactaron entre ambos a lo largo de un trayecto ferroviario. Basada en la primera novela de Patricia Highsmith, invertida en clave de comedia soez por Danny De Vito en su primeriza TIRA A MAMÁ DEL TREN (1987), deviene un ejemplo impoluto de suspense graduado sin artificios ni superfluidades, asentado en la brillantez de un guion que contenía momentos de antología (como el emocionante partido en Forest Hills, antiguo US Open, o el desenfrenado epílogo en el parque de atracciones) y la temperamental y postrera composición de Robert Walker, que acabaría falleciendo aquel mismo año tras perder su batalla con el alcohol.
Otras películas de SUSPENSE
El tercer hombre – Carol Reed (1949)
El salario del miedo – H.G. Clouzot (1953)
La vida de los otros – Florian Henckel von Donnersmarck (2006)

Esta es una película de Hitchcock que me gusta bastante, tanto por lo que cuenta como por cómo lo cuenta, como tan bien has expresado en tu reseña. Y la pareja protagonista está perfectamente elegida: tanto Walker como Granger. Y además el principio transcurre en un tren, uno de los transportes más cinematográficos.
La relación entre el cine y el deporte es otra pareja rica. Y en este caso el tenis. Me viene a la cabeza algún que otro partido de tenis. Woody Allen es aficionado pues también juegan los protagonistas de ‘Annie Hall’ a este deporte. Y con otro significado también entendemos el clima político y social que se refleja, a través de los partidos de tenis que celebran en su casa, los hermanos judíos, millonarios y despreocupados, de ‘El jardín de los Finzi Contini’ de Vittorio de Sica.
Beso
Hildy
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Empecé a jugar a tenis desde muy joven y todavía lo practico a un aceptable nivel competitivo. Quizás por esa razón me chocó la poca credibilidad que transmitía el personaje de Jonathan Rhys Meyers como profesor y exjugador de tenis profesional en «Match point». Siempre me chocó que siendo Woody Allen aficionado al deporte rey de la raqueta, como muy bien apuntas, no hubiera optado al menos por disimular la falta de estilo de su protagonista con algún doble, como sí hizo Hitchcock con Farley Granger en el tenso partido que éste disputa aquí con Jack Cushingham, en su momento jugador top del circuito.
No es nada fácil encontrar películas de cierta calidad donde se juegue al tenis, de ahí que valoro más que nunca tus propuestas… Aún así, te recordaré otras dos: «La mujer de al lado«, donde la propietaria del club donde juegan los protagonistas ejerce como narradora del drama romántico (penúltimo film de Truffaut), y «Una habitación con vistas» de Ivory, en el que también se practica el tenis como discreto pasatiempo residencial.
Besos.
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