Fritz Arno Wagner

TRINCHERA (Cuatro de infantería)

Zanja defensiva que permite disparar a cubierto del enemigo. Las trincheras tenían normalmente condiciones insalubres y muchos soldados debían permanecer ahí durante meses, por lo cual había muchos focos de infecciones y enfermedades que causaron un gran número de muertos (…) Durante la Primera Guerra Mundial, en la frontera de Francia con Alemania se crearon más de 750 kilómetros de trincheras. (Wikipedia)

«Defender la alegría como una trinchera, defenderla del escándalo y la rutina, de la miseria y los miserables, de las ausencias transitorias y las definitivas…» (poema Defensa de la alegría)
Mario Benedetti (1920-2009) Escritor, poeta y dramaturgo uruguayo

CUATRO DE INFANTERÍA (Westfront 1918)- 1930

Westfront_1918

Director G.W. Pabst
Guion Arthur Strawn y Ladislao Vajda
Fotografía Fritz Arno Wagner y Charles Metain
Música Alexander Laszlo
Producción Nero-Film AG
Nacionalidad Alemania
Duración 93m. B/N
Reparto Gustav Diessl, Claus Clausen, Hans-Joaquim Moebis, Fritz Kampers, Jackie Monnier, Hanna Hoesrich, Else Heller, Carl Balhaus.

«Sí, contento de volver a la trinchera. Contento de volver a ver al estudiante y a todos mis camaradas. ¿Es curioso, verdad? (…) Es el fango el que nos une»

Implacable adaptación de la novela Vier von der infanterie de Ernst Johannsen que inauguraba la etapa sonora de G.W. Pabst, período en el que el realizador de origen austríaco optaría por mitigar su controvertida temática de esencia tétrica y sicalíptica para ensimismarse en un abrumador e inflexiblemente agorero mensaje de denuncia social. En esta ocasión, se sirvió de la angustiosa y estoica vida en las trincheras de cuatro soldados alemanes durante las postrimerías de la Primera Guerra Mundial para proclamar una violenta acusación contra la sinrazón y necedad de todo conflicto bélico, difundida por medio de una puesta en escena rigurosa pero absolutamente conceptual para penetrar en la pavorosa y desalentadora atrocidad de la tragedia. La película se convertiría inmediatamente en una obra maestra de ambientación realista gracias a la insuperable conexión obtenida entre sus factores visuales (la fluidez de los movimientos de cámara o la originalidad de sus encuadres) y sonoros, destacando en ese apartado la sorprendente fuerza y sentido de su pletórica gama de efectos acústicos.

Otras películas ambientadas en las TRINCHERAS

Armas al hombro – Charles Chaplin (1918)
Senderos de gloria – Stanley Kubrick (1957)
En tierra de nadie – Danis Tanovic (2001)

VAMPIRO (Nosferatu, el vampiro)

Según el folclore de varios países, una criatura que se alimenta de la esencia vital de otros seres vivos (usualmente bajo la forma de sangre) para así mantenerse activo. En algunas culturas orientales y americanas aborígenes, el vampiro es una deidad demoníaca o un dios menor que forma parte del panteón siniestro en sus mitologías. En la cultura europea y occidental, así como en la cultura global contemporánea, el prototipo de vampiro más popular es el de origen eslavo, el de un ser humano convertido después de morir en un cadáver activo o reviniente depredador chupasangre. (Wikipedia)

“El vampiro está propenso a ser víctima de vehementes pasiones, parecidas a las del amor, ante determinadas personas. Para obtener su sangre, pone en juego una paciencia infinita y recurre a toda clase de estratagemas a fin de superar los obstáculos que le separan del objeto deseado. No desiste de su empresa hasta que su pasión ha sido colmada y ha podido sorber la vida de la codiciada víctima”
Sheridan Le Fanu (1814-1873) Escritor irlandés

NOSFERATU, EL VAMPIRO (Nosferatu, eine Symphonie des Grauens) – 1922

nosferatu

Director F.W. Murnau
Guion Henrik Galeen
Fotografía Fritz Arno Wagner y Günther Krampf
Música Hans Erdmann
Producción Prana Film/Jofa-Atelier Berlin-Johannisthal
Nacionalidad Alemania
Duración 72m. B/N
Reparto Max Schreck, Gustav von Wangeheilm, Greta Schröder, Alexander Granagh, Gustav Botz, Georg H. Schnell, Ruth Landshoff.

«¡No tan deprisa, amigo mío! Nadie puede escapar de su destino»

Impresionante adaptación de la novela Dracula de Bram Stoker, ligeramente alterada y no reconocida para no costear los derechos de autor, que forma parte de aquellos premonitorios e irrefutables clásicos del fantástico que nos legó la cinematografía alemana en su etapa silente. Las célebres tropelías del vampiro de Transilvania, representado por un espeluznante monstruo de cabeza rapada, nariz aguileña y engarfiadas zarpas (imponente composición de Max Schreck) fueron plasmadas en la pantalla por medio de una insólita cristalización de horror, fisicidad y lirismo, cuya potente y asombrosa estética de corte expresionista no tuvo reparos en dejarse airear parcialmente en escenarios naturales. El film, que estuvo a punto de desaparecer debido a un proceso judicial planteado por la viuda del escritor que dictaminaba incinerar todas las copias, obtuvo un éxito de crítica considerable que sirvió para consagrar a Murnau como uno de los más grandes creadores de la historia del Séptimo Arte. Werner Herzog rindió al personaje un voluntarioso e inquietante homenaje en NOSFERATU, VAMPIRO DE LA NOCHE (1978), mientras que E. Elias Merhige reconstruyó con personalidad las interioridades del rodaje en LA SOMBRA DEL VAMPIRO (2000)

Otras películas sobre VAMPIROS

Vampyr, la bruja vampiro – Carl Th. Dreyer (1932)
El baile de los vampiros – Roman Polanski (1967)
Entrevista con el vampiro – Neil Jordan (1994)

SOMBRA (Sombras)

Región de oscuridad donde la luz es obstaculizada. Una sombra ocupa todo el espacio detrás de un objeto opaco con una fuente de luz frente a él. La sección eficaz de una sombra es una silueta bidimensional o una proyección invertida del objeto que aspira la luz.
Las sombras chinescas, precedente del teatro de sombras, parten de un juego popular basado en un efecto óptico teatralizado. Efecto que se consigue al interponer las manos u otros objetos entre una fuente de luz y una superficie clara (pantalla o pared), de manera que la posición y el movimiento de las manos proyecta sobre el improvisado escenario sombras que representan figuras estáticas o en movimiento. Constituyen una de las más antiguas artes del teatro de títeres y marionetas. (Wikipedia)

“Quien se queda mucho tiempo mirando a los sueños, termina pareciéndose a una sombra”
André Malraux (1901-1976) Novelista, aventurero y político francés

SOMBRAS (Schatten, eiene nächtliche halluzination) – 1923

?????????????????????????

Director Arthur Robison
Guion Arthur Robison y Rudolph Schneider
Fotografía Fritz Arno Wagner y Hugo Von Kaweczynski
Música Ernst Riege
Producción Pan Film de Dafu Film Verleih Gmbh.
Nacionalidad Alemania
Duración 108m. B/N
Reparto Frtiz Korner, Ruth Weyher, Gustav Von Wangenheim, Fritz Rasp, Max Gulstorff, Ferdinand Von Alten, Alexander Granach.

«Sombras, una alucinación nocturna»

El norteamericano Arthur Robison legó a la cinematografía del país que lo acogió como realizador una perla fílmica de incalculable valor histórico, pues enriquecía los hasta entonces rudimentarios rasgos ornamentales del expresionismo con unos recursos estilísticos de mayor consistencia artística, y, a su vez, encauzaba los mismos hacia una nueva corriente estética que empezaba a germinar bajo el nombre de ‘kammerspielfilm’. Así, los frágiles decorados de papel o las telas pintadas de películas como EL GABINETE DEL DR. CALIGARI (1919) cedieron paso a una puesta en escena determinada a través de una escenografía orgánica y un convulso tratamiento lumínico asentado en un sugerente juego de formas y penumbras. Mediada por un conjunto de crispadas actuaciones, representaba con dramático sarcasmo y sin necesidad de rótulos explicativos una ominosa intriga concebida por el pintor y decorador Albin Grau, en la que se exploraba el inconsciente humano a través del vaivén de instintos febriles y recelosos que un ilusionista errante provocaba con su espectáculo de sombras chinescas entre los invitados a la licenciosa fiesta nocturna de una seductora condesa.

Otras películas colmadas de SOMBRAS

Nosferatu, el vampiro – F.W. Murnau (1922)
Larga es la noche – Robert Krasker (1947)
Sombras y niebla – Woody Allen (1991)

CIRIO (Las tres luces)

Vela de cera de un pabilo, larga y gruesa. (Espasa-Calpe)

«Llegado el gobernador y gente que le acompaña, entraron todos al claustro que iglesia y patio separa. Encendieron ante el Cristo cuatro cirios y una lámpara y de hinojos un momento le rezaron en voz baja» (poema A buen juez mejor testigo)
José Zorrilla (1817-1893) Poeta y dramaturgo español

LAS TRES LUCES (Der müde tod) – 1921

tres2

Director Fritz Lang
Guion Fritz Lang y Thea Von Harbou
Fotografía Hermann Saalfrank, Fritz Arno Wagner, Erich Nitzchmann, Bruno Mondi y Bruno Timm
Producción Decla-Bioscop
Nacionalidad Alemania
Duración 105m. B/N
Reparto Bernhard Goetzke, Lil Dagover, Walter Janssen, Max Adalbert, Erich Pabst, Rudolf Klein-Rogge, Carl Rückert, Georg John.

«Lo que ves aquí es la vida de los humanos. Se encienden y arden durante un tiempo y se apagan cuando Dios lo decide. ¡Créeme, mi oficio es duro! ¡Es una maldición! Estoy hastiado de ver el sufrimiento de los humanos…»

Hastiado por la tremenda ingratitud de su oficio pero empeñado en demostrar la desalmada ineludibilidad del destino, la Muerte (imponentemente caracterizada por Bernhard Goetzke) otorga tres oportunidades a una joven para recuperar la existencia de su amado, haciéndola viajar a sendos enclaves históricos (la Bagdad de principios del siglo XX, la Venecia renacentista y la antigua China) para que consiga evitar la extinción de uno de los tres cirios (o vidas masculinas) que allí están a punto de apagarse. Este lúgubre planteamiento fantástico, fiel exponente del espíritu de infortunio que amenazaba al pueblo teutón, propició una de los más hermosos largometrajes surgidos del expresionismo alemán y el primer gran triunfo de su realizador, quien conjugó las constantes técnicas y estéticas más representativas del movimiento (profuso empleo de símbolos trascendentes, claroscuros, transparencias o distorsiones decorativistas) con influencias culturales tan heterogéneas como la literatura romántica o el clasicismo renacentista de pintores como Durero o Grünewald.

Otras películas alumbradas con CIRIOS

Macario – Roberto Gavaldón (1960)
El manantial de la doncella – Ingmar Bergman (1960)
La habitación verde – François Truffaut (1978)