Prueba que presenta un acusado para demostrar que no se encontraba en el lugar del delito a la hora en que sucedió. (Larousse Editorial)
«Decías que nunca te comprometerías con el misterioso vagabundo, pero ahora te das cuenta que no vende ninguna coartada, mientras miras fijamente el vacío de sus ojos y le dices, ¿quieres hacer un trato?» (canción Like a rolling stone)
Bob Dylan (1941-) Músico, cantante y poeta estadounidense
LA DAMA DESCONOCIDA (Phantom lady) – 1944
Director Robert Siodmak
Guión Bernard C. Schoenfeld
Fotografía Woody Bredell
Música Hans J. Salter
Producción Universal
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 87M. B/N
Reparto Ella Raines, Franchot Tone, Alan Curtis, Thomas Gómez, Fay Helm, Regis Toomey, Aurora Miranda, Andrew Tombes, Milburn Stone.
«Una persona va a morir por un crimen que no ha cometido. Tiene una coartada perfecta, pasó la noche con la señorita Terry. Ella es la única persona que puede salvarle. Por favor, ¿nos deja verla?»
Las peripecias de una atractiva secretaria neoyorquina para poder demostrar la coartada de su amado jefe, injustamente acusado del asesinato de su esposa, conformaron la base argumental sobre la que se edificaba esta firme intriga criminal, novelada por el especialista Cornel Woolrich bajo el pseudónimo de William Irish. En la primera de las decisivas aportaciones que hizo al cine negro americano de los cuarenta, Siodmak ofreció un completo muestrario de las distintivas marcas de fábrica que caracterizaron su infravalorado estilismo: un aplicado interés en profundizar en la psicología de los personajes, una atmosférica puesta en escena deudora de sus orígenes expresionistas (con meticulosas angulaciones y abundancia de sombras y claroscuros) y una extraordinaria capacidad para crear ambientes asfixiantes y perturbadores, habituados a bordear los límites de la locura, como por ejemplo la fascinadora secuencia de la jam-session. Su óptima acogida propició una versión radiofónica a cargo del mismísimo Cecil B. De Mille, protagonizada también por la estupenda y no muy prolífica Ella Raines.
Otras películas sobre las dificultades en demostrar una COARTADA
En un lugar solitario – Nicholas Ray (1950)
Las diabólicas – Henri Georges Clouzot (1955)
Testigo de cargo – Alfred Hitchcock (1957)
Que gran placer aprender acerca del arte cinematográfico con tus entradas. Tus opiniones se ajustan a la visión experta.
Salud y afecto.
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Muchas gracias por tu comentario y siento no haberlo contestado en su momento. Un saludo.
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(…) Menudeces. Siempre lo mejor para ti y los tuyos. Un fuerte abrazo.
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Digno ejemplo de «coartada». No puedo estar más de acuerdo.
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Gracias a ti por seguir el blog. Siento no haberte contestado en su día. Un saludo.
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Muy buenas.
Tienes 9 premios enhttps://jaordiz.wordpress.com/2016/06/10/libertad-etc-3/
Y aquí mis saludos.
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Muchas gracias, José Ángel. Un saludo.
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En aquel tiempo circulaban estos reconocimientos por WP, ahora no sé. Pero así fue, y merecidos los nueve. Mi saludo, cómo no.
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Leyendo tus posts descubro películas. Ésta la busqué y la vi. Me gustó la trama, con su tensión y persecuciones. Si en esos años se hubiese sonorizado y ambientado musicalmente algunas escenas ganaría en suspense. No obstante me gustó el guión y el desenlace. Coincido contigo con la claustrofóbica escena de la jam session, que transmite ese deseo y a la vez perturba al espectador.
Admiro tu capacidad para escribir tantos posts, así como tu cultura cinematográfica.
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Muchas gracias, Xavier. Me alegro que coincidas conmigo y me enorgullecen tus palabras. Siento no haberte contestado en su día. Un abrazo.
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