ABSURDO (Loquilandia)

Concepto que refiere al pensamiento irracional (lo contrario al pensamiento racional, que se aparta de la razón) y a la conducta extravagante (lo contrario de la conducta considerada como lo no normal o convencional). También se utilizan los términos absurdismo y absurdista, para los partidarios del absurdo en distintos ámbitos, como la filosofía del absurdo. (Wikipedia)

“Cualquier hombre, a la vuelta de cualquier esquina, puede experimentar la sensación del absurdo, porque todo es absurdo”
Albert Camus (1913-1960) Novelista, dramaturgo, filósofo y periodista francés

LOQUILANDIA (Hellzapoppin’) – 1941

Loquilandia

Director H.C. Potter
Guion Nat Perrin y Warren Wilson
Fotografía Elwood Bredell
Música Frank Skinner
Producción Universal
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 84m. B/N
Reparto Ole Olsen, Chic Johnson, Martha Raye, Mischa Auer, Jane Frazee, Robert Paige, Hugh Herbert, Shemp Howard, Elisha Cook Jr.

«¡Vamos a poner a prueba su capacidad de reír! ¿Quién sabe qué puede llegar a ocurrir con unos actores tan locos como éstos?»

Imprevisible, radical e iconoclasta adaptación cinematográfica de una obra teatral de Nat Perrin, estrenada tres años antes con gran éxito en los escenarios de Broadway con el mismo dúo de vodevilescos humoristas, Ole Olsen y Chic Johnson, hoy decididamente olvidados, que aparece como una auténtica obra maestra del absurdo a pesar de la desinteresada frialdad con la que fue acogida en el momento de su estreno. Adelantándose más de tres décadas al humor paródico, cismático e irracional que sin mesura ni prejuicios popularizaron sujetos como Mel Brooks, la terna Zucker/Abrahams/Zucker, o, incluso, el grupo Monty Phyton, desarticulaba los elementos convencionales de escritura fílmica involucrando al espectador en un torrente de diálogos incoherentes, números musicales y canciones entrecortadas o gags de una venalidad tan delirante como preciosista, dispersados gracias un reparto coral muy poco conocido y a la versatilidad artesanal del realizador neoyorquino H.C. Potter, para derramar un ejemplo de metacine tan anárquico e insolente como gozosamente transgresor.

Otras comedias asentadas en el ABSURDO

Yoyo – Pierre Étaix (1965)
El sentido de la vida – T.Jones y T.Gilliam (1983)
Amanece, que no es poco – José Luis Cuerda (1989)

10 comentarios

    1. Pues he intentando escoger la definición del término que más se ajustaba al significado que requería la entrada, por supuesto desde mi punto de vista, siempre teniendo en cuenta su función como sustantivo y no como mero adjetivo.
      De todos modos, agradezco tu puntualización. Un saludo.

      Me gusta

      1. Mis excusas por la tardanza en aclarar mi postura. Y vaya por delante el reconocimiento de que el errado puedo ser yo y no la definición que has expuesto.
        Es mi parecer que un dicho o un hecho irracionales son aquellos que aparecen contrarios a la razón, entendida ésta como razón lógica, y en ese sentido sí son absurdos. Pero el «pensamiento irracional» aporta, a mi parecer, connotaciones que señalan más a su procedencia –al manejo que del pensamiento hace el subconsciente instintivo y emocional– que a su carácter ilógico, que siempre, para determinarlo, para juzgar su absurdidad, requiere de un «otro». Un dicho ajeno puedo juzgarlo como absurdo, pero un pensamiento, al ser propio, me presenta siempre sus razones (aunque se apoyen estas en el sentir), por lo que no lo puedo juzgar como absurdo.
        En fin, ya sé que estas disquisiciones matutinas no vienen a cuento, pero a veces se enreda el pensamiento.
        Un saludo

        Me gusta

      2. ¿Por qué no vienen a cuento? Siempre está bien argumentar nuestras opiniones y, en esta ocasión, lo has hecho con sumo convencimiento y una aplastante lógica. De hecho, tu «disquisición» me lleva a darte la razón y a deducir que el término «pensamiento» no resulta demasiado oportuno para tratar de definir el vocablo en cuestión.
        Por otra parte, soy yo el que debo disculparme por tardar tanto en contestar vuestros mensajes. Intentaré ponerle remedio…
        Un saludo.

        Me gusta

  1. Ay, Antonio, qué casualidad. Llevaba tiempo detrás de esta película, Loquilandia. ¡Y este mes voy a poder verla lo más seguro, si no me pilla nada en una fecha concreta, porque la programa este mes la filmoteca española! Y ahora con tu comentario me apetece más todavía. Qué bueno.

    El otro día tuve oportunidad de ver todo un corto de humor absurdo: Metal Eating Bird (1930), de Charley Bowers. Una joyita absurda total…

    Besos
    Hildy

    Me gusta

    1. Espero que la disfrutes pronto en la Filmoteca… Yo nunca he sido demasiado aficionado a este tipo de humor, tengo que reconocerlo, pero probablemente estemos ante una de las cintas precursoras del mismo, lógicamente junto a la paranoica desfachatez surrealista que los hermanos Marx manifestaron ocho antes con su «Sopa de ganso«.
      Curioso, ¿no? Segunda casualidad en una semana, Hildy…

      Me gusta

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.