Howard Shore

MUTACIÓN (Videodrome)

Mutación en genética y biología, es una alteración o cambio en la información genética (genotipo) de un ser vivo (muchas veces por contacto con mutágenos) y que, por lo tanto, va a producir un cambio de características de éste, que se presenta súbita y espontáneamente, y que se puede transmitir o heredar a la descendencia. (Wikipedia)

«A cada sucesiva derrota hay un acercamiento a la mutación final, y que el hombre no es sino que busca ser, proyecta ser, manoteando entre palabras y conducta y alegría salpicada de sangre y otras retóricas como esta.» (novela Rayuela)
Julio Cortázar (1963-) Escritor argentino

VIDEODROME (Videodrome) – 1983

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Director David Cronenberg
Guion David Cronenberg
Fotografía Mark Irwin
Música Howard Shore
Producción Universal/Famous Players/Filmplan/CFDC/Guardian Trust Company
Nacionalidad Canadá/ Estados Unidos
Duración 87m. Color
Reparto James Woods, Deborah Harry, Sonja Smits, Peter Dvorsky, Reiner Schwartz, Leslie Carlsson, Lynne Gorman, Julie Khaner.

«Vivimos unos tiempos sobrestimulados, suplicamos estimulación. Por esa misma razón, nos empachamos de ella, siempre queremos más, sea táctil, emocional o sexual»

El éxito comercial obtenido con el explosivo brote de ‘gore’ psíquico de SCANNERS (1981) otorgó a David Cronenberg la posibilidad de llevar a cabo con absoluta libertad creativa la realización de este turbador delirio psico-biológico, que pasar por ser una de las cintas de corte fantástico más tentadoramente anómalas, visionarias y escalofriantes surgidas en la fructífera mitad de los ochenta. El escabroso proceso autodestructivo en el que se ve inmerso el productor de una cadena televisiva especializada en asuntos sicalípticos a partir del hallazgo de un ignominioso programa, cuyas señales acústicas causan una serie de execrables mutaciones con potencial radioactivo y cancerígeno, devino una coartada perfecta para que el cineasta canadiense, obseso preceptor de la malsana aleación orgánica entre carne y metal, asestara un tremebundo vistazo al hipnótico poder alienador de la pequeña pantalla y a las imprevisibles secuelas mentales, morales e ideológicas que pueden acarrear sus arbitrarios contenidos temáticos. Eficaz actuación de James Woods y gran labor del mago del maquillaje fílmico: Rick Baker.

Otras películas sobre MUTACIONES

La humanidad en peligro – Gordon Douglas (1954)
Cabeza borradora – David Lynch (1977)
Resident evil – Paul W.S. Anderson (2002)

EXCITACIÓN (Crash)

Primera parte de una respuesta sexual. Ambos sexos experimentan un aumento del ritmo cardíaco (…) Se inicia con la estimulación que puede ser física, psicológica o una combinación de ambas a través del olfato, la vista, el tacto, el pensamiento o las emociones. (Wikipedia)

«Me atrevo a afirmar que no hay erotismo auténtico sin el arte de la ambigüedad; cuando la ambigüedad es poderosa, más viva es la excitación»
Milan Kundera (1929-) escritor checo

CRASH (Crash) – 1996

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Director David Cronenberg
Guion David Cronenberg
Fotografía Peter Sanchitzky
Música Howard Shore
Producción Alliance Com./RPC/Movie Network/Téléfilm Canadá
Nacionalidad Canadá/ Gran Bretaña/ Francia
Duración 98m. Color
Reparto James Spader, Holly Hunter, Elias Koteas, Deborah Unger, Rosanna Arquette, Peter McNeill, Judah Katz, Nicky Guadagni.

«El choque de un automóvil resulta al final un hecho más fecundo que destructivo. Es una liberación de energía sexual…»

La insólita propensión de Cronenberg a reavivar los más depravados instintos de la conciencia terrenal alcanzó su cénit en esta alucinógena e iconoclasta adaptación de la novela homónima de James Graham Ballard, donde se retaba al espectador a presenciar una experiencia de abstrusa y extrema fisicidad con la que poner a prueba su capacidad para tolerar sensaciones propensas a la excitación o al repudio. La malsana y escalofriante deformación psíquica, sexual y deontológica que une a un clandestino grupo de personas aficionadas al insólito morbo fetichista que surge de los accidentes automovilísticos apostó por una puesta en escena de metódica frialdad estética y luctuoso lirismo visionario para establecer una impactante y transgresora metáfora sobre la peligrosa concomitancia entre el temperamento humano y la tecnología moderna. Una subyugante banda sonora compuesta a base de irritantes punteos y una digna labor interpretativa acabaron de atusar el que, sin duda, permanece como el análisis nihilista más malévolo y controvertido de su extremado autor.

Otras películas sobre la EXCITACIÓN sexual

El imperio de los sentidos – Nagisa Oshima (1976)
Lunas de hiel – Roman Polanski (1992)
The pillow book – Peter Greenaway (1996)