Forma de actuación centrada en la finura o esquisitez en la elaboración de algo o en el trato con los demás (…) En un sentido general, la delicadeza es una actitud o una predisposición a realizar algo de una manera sutil e incluso con unas dosis de ternura. (definicionabc.com)
“Tratarse mal sin enfadarse es una de las mayores delicadezas de la verdadera amistad. Que puede ser superada por otra delicadeza: la de tratarse siempre bien”
Noel Clarasó (1899-1985) Escritor español
FRANTZ (Frantz) – 2016
Director François Ozon
Guion François Ozon, Philippe Piazzo y Ernst Lubitsch
Fotografía Pascal Martí
Música Philippe Rombi
Producción Mandarin Production/X Filme Creative Pool
Nacionalidad Francia/ Alemania
Duración 113m. B/N y Color
Reparto Paula Beer, Pierre Niney, Johann von Bülow, Marie Gruber, Ernst Stötzner, Cyrielle Clair, Alice de Lencquesaing, Anton von Lucke.
«Los largos sollozos de los violines del otoño hieren mi corazón de una languidez monótona. Del todo sofocado y pálido, cuando la hora suena, me acuerdo de los días antiguos y lloro. Y me abandono a un viento maldito, que me arrastra de aquí para allá, como si fuera una hoja muerta»
La unánime constatación del camaleónico, tentador e hiperactivo talento como cineasta de François Ozon sobrevino con esta extraordinaria revisión del inmortal clásico pacifista de Ernst Lubitsch REMORDIMIENTO, a su vez basado en la pieza teatral L’homme que j’ai tué de Maurice Rostand. En ella reflexionaba sobre la benevolencia de la mentira, el orgullo patrio y la imprevisibilidad del amor a través de la relación afectiva que florece en Queldinburg entre un sensible excombatiente parisino, consternado por el sentimiento de culpa, y la afligida prometida del soldado alemán al que mató meses atrás en las trincheras de la Gran Guerra. A través de una reveladora y preciosista maniobra formal en contraste del blanco y negro (sacrificio, desgarro, pesadumbre) y el color (ensueño, ilusión, esperanza) emerge un melodrama de marcado carácter antibelicista, pletórico en intensidad, delicadeza y romanticismo, que sorprende por sus múltiples matices y giros argumentales, seduce con una placentera convergencia de alusiones artísticas y culturales (Claude Debussy, Édouard Manet, Paul Verlaine…) y conmueve gracias a la maravillosa interpretación de Paula Beer.
Otros melodramas trazados con exquisita DELICADEZA
El placer – Max Ophüls (1952)
Lo que queda del día – James Ivory (1993)
Retrato de una mujer en llamas – Céline Sciamma (2019)
Y ese final tan amargo… Una gran película.
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Ojalá los remakes hollywoodienses tuvieran una categoría similar a esta joya del cine romántico y pacifista…
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A mí es una película que me emocionó profundamente, además de descubrirme una joya como Remordimiento, de Ernst Lubitsch.
Todos esos melodramas que nombras poseen una exquisita delicadeza. No puede faltar uno del gran Douglas Sirk, ¿qué te parece Siempre hay un mañana?
Beso
Hildy
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