Day: abril 5, 2018

SEPPUKU (Harakiri)

Suicidio ritual japonés por desentrañamiento. El seppuku formaba parte del bushidō, el código ético de los samuráis, y se realizaba de forma voluntaria para morir con honor en lugar de caer en manos del enemigo y ser torturado, o bien como una forma de pena capital para aquellos que habían cometido serias ofensas o se habían deshonrado. La ceremonia del seppuku es parte de un ritual más elaborado que se realiza generalmente delante de espectadores clavándose un arma corta en el abdomen, tradicionalmente un tantō, y realizando un corte de izquierda a derecha. (Wikipedia)

«Quería haber utilizado su sangre para escribir el carácter que significa espada, pero el dolor pudo con él. Para acabar el seppuku, dos de sus ayudantes le decapitaron. El denominado por la prensa incidente tuvo repercusión mundial: Mishima había sido propuesto tres veces al Nobel, y en Japón su ideología fascista había cuajado en ciertos sectores» (artículo La vida de Yukio Mishima, una obra de arte y muerte)
Gregorio Belinchón (1971-) Cineasta y crítico de cine español

HARAKIRI (Seppuku) – 1962

Director Masaki Kobayashi
Guion Shinobu Hashimoto
Fotografía Yoshio Miyajima
Música Tôru Takemitsu
Producción Shochiku Kinema Kenkyû-jo/Shôchiku Eiga
Nacionalidad Japón
Duración 133m. B/N
Reparto Tatsuya Nakadai, Rentarô Mikuni, Akira Ishihama, Shima Iwashita, Tetsurô Tanba, Masao Mishima, Ichirô Nakatani, Kei Satô.

«Esa es vuestra espada, por ella moriréis. Para un samurái, su espada es su alma. Por lo tanto, ¿qué otra podría ser más apropiada para él?»

Instaurada la paz en pleno shogunato Tokugawa (1630), miles de guerreros nipones padecen una desesperada situación de indigencia que les obliga a pedir limosna o, incluso, a plantearse el suicidio por desentrañamiento según regula el código ético de los samuráis (Bushido). A través de un insuperable armazón descriptivo fundamentado en un ejemplar encadenamiento de flashbacks y un impresionante tratamiento visual en Scope con una rigurosa concepción arquitectónica del espacio, Kobayashi fusionaba drama, intriga y acción al pormenorizar porqué un veterano ronin (excelso Tatsuya Nakadai) acude al palacio de un respetado clan a fin de solicitar los requisitos necesarios para formalizar dicha ceremonia mortuoria (Seppuku). Esta emblemática obra maestra del cine japonés, basada en la novela Ibun rônin-ki de Yasuhiko Takiguchi y recientemente versionada por Takashi Miike (2011), deviene un visceral reproche a la ruindad, la hipocresía y el insustancial tradicionalismo que imperaba en la sociedad feudal bajo erróneos conceptos del honor, la valentía, el orgullo o la dignidad. Imposible resulta olvidar la brutal crudeza de la escena del harakiri, el fantasmagórico duelo a espadas en la llanura campestre o la coreográfica lucha final del protagonista contra decenas de samuráis.

Otras películas sobre el ritual del SEPPUKU

Los cuarenta y siete samuráis – Kenji Mizoguchi (1941)
Patriotismo (El rito de amor y muerte) – Yukio Mishima y Domoto Masaki (1966)
Mishima: Una vida en cuatro capítulos – Paul Schrader (1985)