Day: febrero 12, 2018

POSGUERRA (Los asesinos están entre nosotros)

Periodo que transcurre tras un conflicto armado o una guerra lo suficientemente intensa como para desencadenar una situación de penuria, de crisis económica y social, que no finaliza hasta que se alcance una recuperación económica y una superación de un conjunto de problemas sociales, como puede ser el reabastecimiento normal similar al periodo de preguerra y a otros muchos factores relacionados indirectamente que afectan a la superación de la crisis social. (Wikipedia)

«En la posguerra me putearon los padres y en la democracia sus hijos. Pero siempre me putearon los mismos»
Juan Marsé (1933-) Novelista español

LOS ASESINOS ESTÁN ENTRE NOSOTROS (Die mörder sind unter uns) – 1946

Director Wolfgang Staudte
Guion Wolfgang Staudte y Fritz Staudte
Fotografía Friedl Behn-Grund y Eugen Klagemann
Música Ernst Roters
Producción DEFA-Studio für Spielfilme
Nacionalidad Alemania
Duración 85m. B/N
Reparto Hildegard Knef, Elly Burgmer, Erna Sellmer, Hilde Adolphi, Ernst Wilhelm Borchert, Marlise Ludwig, Ursula Krieg, Arno Paulsen, Robert Forsch.

«Tengo algo más para darte. ¿La reconoces? No me he podido separar de ella. Demasiados recuerdos… En las horas más oscuras, la miraba y me preguntaba si pondría fin a mi vida. No, ha sido devuelta a su propietario legítimo. No se la daría a nadie más. No se lo digas a nadie. Es una sensación extraña tener otra vez una pistola en la mano»

Recién acabada la Segunda Guerra Mundial, Wolfgang Staudte reemprendió la actividad de la cinematografía germana con este sobrecogedor drama cotidiano de explícitas pretensiones antimilitaristas, cuyo eje argumental versaba en torno a la apremiante lucha interna por ahuyentar los fantasmas del nazismo que sostenía un país en flagrante deterioro físico y moral. Ubicado, cómo no, en el asolado Berlín de posguerra, describía con un vigor casi documental y bajo una atmósfera profundamente enrarecida la pesadumbre que embargaba a un traumatizado médico al tener que compaginar su amor por una joven salida de un campo de concentración con un indomable sentimiento de odio/venganza hacia uno de sus superiores en el frente, establecido ahora como próspero empresario. Este necesario ajuste de cuentas con el reciente horror fascista, enfatizado por una estética propia del Expresionismo, evidenciaba un abismal estado de frustración, desaliento e inquietud, al tiempo que difundía el imperioso deber ciudadano de perseguir a los responsables de la mayor barbarie bélica de la Historia.

Otras películas ambientadas en un período de POSGUERRA

Ladrón de bicicletas – Vittorio De Sica (1948)
La calle de la vergüenza – Kenji Mizoguchi (1956)
Canciones para después de una guerra – Basilio Martín Patino (1971)