Sanción o pena impuesta a una comunidad o individuo que está causando molestias o padecimientos, causa por la que se ejecuta una acción, que puede ser tanto física como verbal, directa o indirecta, contra quien ha cometido una falta o delito. El castigo se aplica según se incumplan las normas o conductas morales establecidas (desde un nivel de la sociedad en general, hasta el ámbito intrafamiliar (…) Según el rango de severidad, existen castigos que pueden causar dolor físico o moral a una persona, e incluso llegar a la mortificación al corregir duramente, o todo lo contrario. (Wikipedia)
“La ley solo existe para los pobres; los ricos y los poderosos la desobedecen cuando quieren, y lo hacen sin recibir castigo porque no hay juez en el mundo que no pueda comprarse con dinero”
Marqués de Sade (1740-1814) Filósofo y escritor francés
LA COLINA (The hill) – 1965
Director Sidney Lumet
Guión Ray Rigby
Fotografía Oswald Morris
Música Varios
Producción Kenneth Hyman Productions/Seven Arts Production
Nacionalidad Gran Bretaña
Duración 123m. B/N
Reparto Sean Connery, Harry Andrews, Michael Redgrave, Ian Bannen, Alfred Lynch, Ian Hendry, Ossie Davis, Roy Kinnear, Jack Watson.
«Acabo de encerrar a un hombre que no ha hecho nada, solo para que no lo linchen. No me gusta este trabajo. No quiero que mis hijos crezcan en una sociedad como ésta»
Drama carcelario de extenuante acritud, basado en la homónima obra teatral de Ray Rigby y R.S. Allen, que gravitaba su desatado e impactante discurso antimilitarista a propósito del movimiento de insubordinación agitado en un campo penitenciario militar inglés, emplazado en Libia durante la Segunda Guerra Mundial y dominado por una falsa colina piramidal orientada a satisfacer el instinto sádico y la obstinación alienadora de la autoridad disciplinaria castrense, y, de paso, atenuar su cobardía y su retorcido complejo de inferioridad. Haciendo gala de una virtuosa capacidad para el encuadre, Lumet resolvió la puesta en escena con un apabullante recital de planos secuencia, primeros planos y contrapicados, sin por ello descuidar el vigor y la sobriedad de la narración ni el contorno psicológico en el retrato de personajes. Gran fotografía de Morris y excelsa labor actoral de un hombruno reparto encabezado por Sean Connery, a la postre, responsable por su tenaz entusiasmo de que este anómalo canto a la dignidad humana pudiese rodarse entre Almería y los estudios de Elstree.
Otras películas donde el CASTIGO cobra verdadera importancia
Rey y patria – Joseph Losey (1964)
Fanny y Alexander – Ingmar Bergman (1982)
Dogville – Lars Von Trier (2003)
Una película fascinante. La vi siendo muy joven, aunque ahora soy incapaz de precisar si fue antes o después del servicio militar. En todo caso consolidó mi odio hacia las jerarquías de todo tipo.
La cita del Marqués de Sade no ha perdido vigencia. Digna de esculpirse en todos los juzgados de este podrido mundo.
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Sí, estoy de acuerdo contigo. Se trata de una extraordinaria película. A mí también me causó un gran impacto la primera vez que la vi y últimamente he reafirmado mi admiración por ella y por su eminente realizador. En efecto, la cita del Marqués de Sade es de una actualidad tremenda y sirve como epítome de lo que actualmente sucede en este bendito pais…
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