Comercio ilegal de bienes sometidos a algún tipo de impuesto o tasa por el Estado. Por extensión, es una actividad irregular o intriga de algún tipo, y se usa como sinónimo de mercado negro. A quien practica el estraperlo se le llama estraperlista. El origen de este acrónimo está en un escándalo político ocurrido durante la Segunda República Española, producido como consecuencia de la introducción de un juego de ruleta eléctrica de marca «Straperlo», nombre derivado de Strauss, Perel y Lowann, apellidos judíos holandeses de quienes promovieron el negocio, y que habrían aportado al acrónimo letras en cantidad proporcional a la participación en la empresa. (Wikipedia)
«Pasan carros de mulas para arriba y para abajo, y de vez en cuando, cruza un camión cargado hasta los topes; a veces la guardia civil detiene algún camión; el estraperlo suelen llevarlo debajo de la carga» (libro Viaje a la Alcarria)
Camilo José Cela (1916-2002) Escritor español
LA TRAVESÍA DE PARÍS (La traversée de Paris) – 1956
Director Claude Autant-Lara
Guion Jean Aurenche y Pierre Bost
Fotografía Jacques Natteau
Música René Cloërec
Producción Franco London Films/Continental Produzione
Nacionalidad Francia/ Italia
Duración 80m. B/N
Reparto Jean Gabin, Bourvil, Georgette Anys, Laurence Badie, Robert Arnoux, Jacques Marin, Louis de Funes, Jean Dunot, Hans Verner.
«Si no hubiera mercado negro, ¿con qué te lavarías las manos?»
El afán de Claude Autant-Lara por vencer la oleada de conformismo creativo que invadía el cine galo de la segunda mitad de los cincuenta, tan vilipendiado desde las páginas de Cahiers du Cinéma por los críticos que más tarde promoverían la ‘nouvelle vague’, deparó algún que otro suculento fruto como esta apreciable versión a modo de comedia realista de un breve relato incluido en el cínico y sombrío libro Le vin de Paris, que Marcel Aymé concibió sobre los humillantes años de la ocupación nazi. En pleno apogeo del estraperlo como forma más factible de ganarse la vida, que no de conservarla, se inscribían las jocosas peripecias que tenían que afrontar un ingenuo taxista desempleado y su enigmático compañero ocasional, personajes a los que Bourvil y Jean Gabin dotaban de una inmensa humanidad, para transportar cuatro maletas llenas de carne fresca de porcino. A destacar el tono corrosivo con el que se cuestionaba la heroicidad de la Resistencia y la poesía visual que emana de su académica realización nocturna, sin duda, beneficiada del riguroso trabajo decorativo de Max Douy.
Otras películas donde se desarrolla la actividad del ESTRAPERLO
Manon – Henri-Georges Clouzot (1949)
La colmena – Mario Camus (1982)
Demonios en el jardín – Manuel Gutiérrez Aragón (1982)