CORTESANA (Nana)

El término cortesana, en su uso moderno, es un eufemismo para referirse a una amante o prostituta que es ‘mantenida’, y en particular a una con clientes ricos, poderosos o influyentes.​ Históricamente, el término se refería a un cortesano, esto es a una persona que asistía a la corte de un monarca u otra persona poderosa. (Wikipedia)

«Una cortesana dijo a un mandarín: ‘seré tuya si esperas cien noches bajo mi ventana’. Y el mandarín esperó, hasta la nonagésimo novena noche, en que tomó el taburete y se fue.»
Roland Barthes (1915-1980) Filósofo, escritor, ensayista y semiólogo francés

NANA (Nana) – 1926

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Director Jean Renoir
Guion Jean Renoir, Pierre Lestringuez y Denise Leblond
Fotografía Jean Bachelet, Edmund Corwin
Música Marc-Olivier Dupin
Producción Les Films Jean Renoir
Nacionalidad Francia
Duración 150m. B/N
Reparto Catherine Hessling, Werner Krauss, Pierre Lestringuez, Pierre Champagne, Jean Angelo, Valeska Gert, Claude Autant-Lara.

«Escúcheme, ¡Tengo que hablar con usted sobre Nana! En nombre de nuestra vieja amistad, ¡Desconfíe de esta mujer! Destroza todo lo que toca.»

Igual que en su primera realización en solitario, LA HIJA DEL AGUA (1925), Renoir sufragó los costes de producción de esta adaptación de la novela naturalista de Émile Zola con fondos de la herencia paterna, en este caso, recurriendo incluso a la venta de diversos cuadros del genial pintor impresionista para asumir el desorbitado presupuesto de un milón de francos de la época. No es de extrañar, entonces, que el fantasma de la quiebra acechara la nefasta acogida comercial de este hiperbólico repaso a la metamorfosis de una ambiciosa y vulgar actriz de variedades en una cortesana vil y calculadora, capaz de encauzar a sus amantes por la senda de la lujuria y arrastrarlos hacia el deshonor, la humillación e, incluso, el suicidio. El histrionismo y la ausencia de carisma de su protagonista, entonces esposa del cineasta parisino y exmodelo de su progenitor, menoscababa esta reflexión precisa, lacerante y abigarrada de la condición humana, que sobresalía por su sistemático e innovador uso del fuera de campo o por la escenografía y el diseño de vestuario del posteriormente insigne director Claude Autant-Lara.

Otras películas protagonizadas por una CORTESANA

La Bella Otero – Richard Pottier (1954)
Lola Montes – Max Ophüls (1955)
La inglesa y el duque – Éric Rohmer (2001)

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