NEVASCA (Las dos tormentas)

Tormenta de nieve, hielo y granizo con precipitación de nieve en fuerte intensidad, que se produce generalmente en zonas de alta montaña o altas latitudes, donde las temperaturas son inferiores a 0°C. Esta trae vientos muy fuertes cargados de nieve y temperaturas negativas que reduce la visibilidad a menos de 1 km. (…) Las nevascas son muy peligrosas para los montañistas, ya que dificultan la visibilidad y aumentan el riesgo de muerte por las bajas temperaturas que se producen en ellas. (Wikipedia)

«Hoy domingo de Resurrección, muy de mañana, una nevasca azotó de repente la isla. Había nieve entre los setos verdes. Mi hijo me llevó hasta un albaricoquero pegado a la tapia de la casa apartándome de una poesía en la que denunciaba a quienes preparaban una guerra que al continente, a la isla, a mi pueblo, a mi familia y a mí se nos puede tragar.» (poema Primavera de 1938)
Bertolt Brecht (1898-1956) Dramaturgo y poeta alemán

LAS DOS TORMENTAS (Way down East) – 1920

nevasca

Director D.W. Griffith
Guion D.W. Griffith y Anthony Paul Kelly
Fotografía G.W. Bitzer, Charles Downs y Hendrik Sartov
Música Louis Silvers
Producción D.W. Griffith
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 165m. B/N
Reparto Lillian Gish, Richard Barthelmess, Lowell Sherman, Burr McIntosh, Kate Bruce, Mary Hay, Creighton Hale, Emily Fitzroy.

«En el corazón del hombre debe florecer la verdad de que su mayor felicidad reside en su pureza y constancia.»

Tras la espléndida LIRIOS ROTOS, D.W. Griffith volvió a confiar en la pareja formada por Richard Barthelmess y su actriz fetiche, Lilian Gish, para encarar esta adaptación de la obra teatral homónima de Lottie Blair Parker, que, a la postre, se convertiría en uno de los largometrajes más brillantes y exitosos de su extraordinaria filmografía. Impregnado de un lirismo arrebatador y favorecido por unas espléndidas interpretaciones, el folletinesco relato de una ingenua joven de origen humilde, seducida y deshonrada por el desaprensivo hijo de un magnate bostoniano, servía para confrontar el egoísmo y la hipocresía de la gran ciudad a la sencillez y amabilidad de la vida rural. Su perspicaz armonía entre tensión emocional y sentimentalismo, entre belleza visual y vigor dramático, proporcionaba escenas tan inolvidables como el postrero rescate de la protagonista bajo la desafiante nevasca, sin duda, un momento antológico en la historia del cine silente. En 1935, Henry King dirigió un remake reducido y algo descafeinado, A TRAVÉS DE LA TORMENTA.

Otras películas determinadas por una potente NEVASCA

Los proscritos – Victor Sjöstrom (1918)
La huida – Stefan Ruzowitzky (2012)
Los odiosos ocho – Quentin Tarantino (2015)

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