Sustancia blanca, cristalina, muy soluble en el agua, que abunda en la naturaleza en forma de grandes masas sólidas o disuelta en el agua del mar y en la de algunas lagunas y manantiales. Se emplea como condimento, para conservar y preparar alimentos, para la obtención del sodio y sus compuestos, etc., y generalmente se presenta en polvo de cristales pequeños. (Oxford Languages)
“Debe haber algo extrañamente sagrado en la sal: está en nuestras lágrimas y en el mar”
Jalil Gibran (1883-1931) Poeta, pintor, novelista y ensayista libanés
SAL PARA SVANETIA (Jim Shvante) – 1930
Director Mikhail Kalatozov
Guion Mikhail Kalatozov y Segei Tretyakov
Fotografía Mikhail Kalatozov y Shalva Gegelashvili
Música Sergei Boguslavsky
Producción Goskinprom/Sakhkinmretsvi
Nacionalidad Unión Soviética
Duración 54m. B/N
«Impulsados por el hambre, la gente pobre de Svanetia, los agricultores y trabajadores del campo, los trabajadores de los huertos de mandarinas, llevan la sal a su propia tierra»
Confirmando el buen estado de forma del cine georgiano, Mikhail Kalatozov pergeñó este documental de carácter etnográfico sobre las inclementes condiciones de vida y las tradiciones atávicas de los habitantes de Ushkuli: una aislada comunidad agrícola situada en la región caucásica de Svanetia, actualmente considerada como la zona habitada a mayor altitud sobre el nivel del mar de toda Europa. A través de un poético tratamiento visual de una poderosa y cautivadora impronta vanguardista, reforzado por el clásico montaje rítmico de la escuela soviética, incidía en la dureza orográfica del paisaje y su extrema climatología como causa principal de una ardua subsistencia cotidiana (de ahí la escasez de sal y su intrépida peripecia de aprovisionamiento) y reflejaba el subdesarrollo cultural de la población, traslucido en la cuestionable dramatización de un rito religioso con ofrendas de sangre en honor a las deidades autóctonas. Una obra recia e impactante, cuya conmovedora enjundia seudonaturalista quedó tenuemente enturbiada por un postizo epílogo de claro aliento propagandístico.
Otras películas donde la SAL adquiere un trascendental protagonismo
La tierra tiembla – Luchino Visconti (1948)
Araya – Margot Benacerraf (1959)
Gandhi – Richard Attenborough (1982)