QUINQUI (Deprisa, deprisa)

Persona, generalmente de origen marginal, que vive de cometer pequeños actos delictivos. (google.com)
Se conoce popularmente en España como cine quinqui al género cinematográfico que narra las vivencias y las aventuras de delincuentes de estrato social muy bajo, siempre jóvenes o muy jóvenes, y que han alcanzado la fama por los delitos cometidos. Este género se hizo muy popular en España a finales de la década de 1970 y de 1980, cuando alcanzó su máximo esplendor debido a la gran inseguridad ciudadana que vivía el país en aquella época, por lo que se rodaron numerosas películas y sagas, una gran mayoría a cargo de dos directores: José Antonio de la Loma y Eloy de la Iglesia. (Wikipedia)

«Sí, me han confundido con el Dioni, con Gabino Diego y me han llegado a preguntar que si no estaba muerto, porque me confundían con ‘El Pirri’, un actor con el que trabajé en varias películas de aquello que se llamó cine quinqui»
Enrique San Francisco (1955-) Humorista y actor español

DEPRISA, DEPRISA (Deprisa, deprisa) – 1981

Director Carlos Saura
Guion Blanca Astiasu
Fotografía Teo Escamilla
Música Varios
Producción Elías Querejeta P.C./Les Films Molière
Nacionalidad España/ Francia
Duración 98m. Color
Reparto Berta Socuéllamos, José Antonio Valdelomar, Jesús Arias, José María Hervás Roldán, María del Mar Serrano, Consuelo Pascual.
* Los Chunguitos – Me quedo contigo

«Pase lo que pase, siempre juntos»

Crónica de la airada, presurosa y delictiva actividad callejera de cuatro jóvenes amigos del extrarradio madrileño, con la que Saura y su inseparable productor Elías Querejeta contribuyeron a dignificar la efervescencia del entonces denominado ‘cine quinqui’, surgido durante la Transición española con el fin de atestiguar el ideario de rebeldía, predisposición toxicómana e incitación al pillaje con el que la juventud de la periferia urbana contrarrestaba el hastío, la precariedad y la escasez de oportunidades. Más allá de plasmar con franqueza y cierta esencia poética la cruda realidad de aquel submundo de marginación social y desarraigo, la película sobresale dentro del subgénero por su tierno y fatalista romanticismo, una adecuada música de Los Chunguitos y la inusual verosimilitud que transmitían sus intérpretes no profesionales, en especial, una Berta Socuéllamos de magnética y resplandeciente belleza. Valdelomar y Arias, que una semana antes del estreno atracaron juntos una sucursal bancaria, murieron con 34 y 32 años, respectivamente, tras consumir sus vidas entre adicciones, delitos y arrestos penitenciarios.

Otras películas adscritas al CINE QUINQUI

Perros callejeros – José Antonio de la Loma (1977)
Navajeros – Eloy de la Iglesia (1980)
¿Qué he hecho yo para merecer esto! – Pedro Almodóvar (1984)

6 comentarios

  1. El Vaquilla, el Torete… En mi barrio, algo alejado de La Mina pero también perteneciente al extrarradio, teníamos al Mediolitro, con menos caché que los anteriores aunque con suficiente reputación en el lugar como para amedrentar a los chavales nacidos en los años 60. Tiempos de precariedad y de inseguridad ciudadana que ya creíamos muertos y enterrados. Esperemos que no vuelvan.

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  2. Me gustan estas películas. Recuerdo con cariño La estanquera de Vallecas o Colegas. Y bajo la influencia del cine quinqui se haría también Bajarse al moro, un título que me encanta, con el grupo Pata Negra tocando en el balcón…

    Beso
    Hildy

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  3. Cuando vi “Deprisa, deprisa” se me quedó grabada a fuego la canción principal interpretada por Los Chunguitos. Todavía pulula por mi cerebro, y eso que solo la escuche entonces, hará unos diez años…..

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