Pierre Étaix

YOYÓ (Yoyo)

Juguete de origen chino que consiste en dos discos pequeños unidos por un eje en torno al cual se ata y enrolla una cuerda por la que se lo hace subir y bajar de manera sucesiva a impulsos de la mano. (RAE)

“Tiene dos hijos con Margaret Figg: uno normal y el otro retrasado mental, aunque es difícil notar la diferencia a menos que alguien les dé un yoyó a cada uno.” (libro Side effects)
Woody Allen (1935-) Cineasta, actor, escritor y comediante estadounidense

YOYO (Yoyo) – 1965

Director Pierre Étaix
Guion Pierre Étaix y Jean-Claude Carrière
Fotografía Jean Boffety
Música Jean Paillaud
Producción C.A.P.A.C
Nacionalidad Francia
Duración 92m. B/N
Reparto Pierre Étaix, Claudine Auger, Philippe Dionnet, Luce Klein, Amédée, Martine de Breteuil.

«El mundo entero, con sus dramas, sus problemas, pero también sus alegrías. Sí, el mundo entero llega a tu casa. Ya no necesitas salir a ver un espectáculo. El espectáculo ahora llega a ti.»

Érase una vez un epicúreo archimillonario que sucumbía de aburrimiento e insatisfacción en su lujoso palacio, atendido por un ejército de sirvientes y suspirando por el amor perdido de una artista de circo ambulante. Un día, el caprichoso destino le propicia un ansiado reencuentro y descubre la existencia de un hijo que nunca supo que tenía. Tras arruinarse con el desplome de la bolsa, no dudará en unirse a ellos. De repente, esta fábula sobre la riqueza que el dinero no puede comprar abandona su textura silente -creativa e ingeniosa en gags visuales y efectos de sonido- para representar una emotiva parábola sobre la ambición a través de la biografía del payaso Yoyo, apodo que alude al juguete preferido de su egocéntrico padre y simboliza los constantes altibajos a los que nos somete la vida. Tras veinte años de marañas jurídicas para recuperar los derechos de explotación de sus filmes, Pierre Étaix pudo por fin exhibir la ternura, el humor absurdo y la sensibilidad poética que hermana este nostálgico tributo a la pureza del circo, a la evolución del medio audiovisual y al legado de admirados maestros como Keaton, Fellini o Tati.

Otras películas en las que aparece un YOYÓ

Zoolander: Un descerebrado de moda – Ben Stiller (2001)
Yo-Yo Girl Cop – Kenta Fukasaku (2006)
Septien – Michael Tully (2007)

CARTERISTA (Pickpocket)

Delincuente especializado en el robo de carteras de bolsillo y otros objetos que se suelen portar en bolsillos o bolsos, sin violencia y con la habilidad necesaria para evitar ser detectado su acto en los momentos inmediatos al hecho (…) La diferencia entre los que ejercen el carterismo para robar y los atracadores reside en la sutileza con la que los primeros roban. Por lo general uno no sabe que ha sido robado hasta que se da cuenta tiempo después, mientras que los atracadores suelen valerse de la violencia y la intimidación. (Wikipedia)

«Parece que no eres más aquel carterista, de guante blanco y alma de artista… los buenos tiempos no han de volver. Me han dicho que con la artrosis de los nudillos se te resiste más de un bolsillo, que ya ni cumples con la mujer» (canción ¡Al ladrón, al ladrón!)
Joaquín Sabina (1949-) Cantautor y poeta español

PICKPOCKET (Pickpocket) – 1959

pickpocket

Director Robert Bresson
Guion Robert Bresson
Fotografía Léonce-Henri Burel
Música Jean-Baptiste Lully
Producción Compagnie Cinématographique de France
Nacionalidad Francia
Duración 75m. B/N
Reparto Martin La Salle, Marika Green, Pierre Leymarie, Jean Pélégri, Pierre Étaix, Kassagi, Dolly Scal, César Cattegno, Sophie Saint-Just.

«¡Oh, Jeanne, para llegar hasta ti, qué extraño camino he tenido que recorrer!»

Por primera vez en su filmografía, Bresson echaba mano de un argumento personal para presentar la trayectoria profesional, espiritual y afectiva de un carterista de ámbito urbano, cuya armonía vital dependía únicamente de su virtuosismo sisador y de la reafirmación personal que originaba su puesta en práctica. El largometraje, obviamente interpretado por actores no profesionales, representaría otra minuciosa y aleccionadora aproximación bressoniana a la más física e incorruptible frugalidad cinematográfica. Sus desalentadores silencios, las inquietantes miradas, un hábil manejo del arte de la elipsis, o, incluso, la sugerencia de ciertos detalles aparentemente intrascendentes, conformaban los dispositivos básicos para determinar el alcance de un relato implacable, desarrollado sin ningún alarde de intensidad poética y con la misma serenidad y precisión analítica con la que su impasible protagonista -auténtico y desdichado esclavo de su propia condición- hurtaba las carteras, los bolsos y los relojes de sus conciudadanos parisinos.

Otras películas sobre CARTERISTAS

Un ladrón en la alcoba – Ernst Lubitsch (1932)
Harry Dedos Largos – Bruce Geller (1973)
Sparrow – Johnnie To (2008)