Renato Berta

ELUCUBRACIÓN (La salamandra)

1. Pensamiento o reflexión sobre algo conseguido tras un intenso trabajo intelectual.
2. Hipótesis o especulación no fundamentada y producto de la imaginación.
(Larousse Editorial)

«Pensamos que el ‘más allá’ es una elucubración, pero no lo es, existe y es físico»
J.J. Benítez (1946-) Escritor y periodista español

LA SALAMANDRA (La salamandre) – 1971

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Director Alain Tanner
Guión Alain Tanner y John Berger
Fotografía Sandro Bernardoni y Renato Berta
Música Patrick Moraz
Producción Filmograph/Forum Films/Svocine
Nacionalidad Suiza
Duración 125m. B/N
Reparto Bulle Ogier, Jean-Luc Bideau, Jacques Denis, Véronique Alain, Marblum Jequier, Marcel Vidal, Dominique Catton, Violette Fleury.

«Una mayoría silenciosa está compuesta de gente como tú y como yo, provista de brazos y de piernas; pero, de vez en cuando, en la intimidad de una cabina de votación, separados de sus hermanos como el inodoro, acaban votando por los pedantes y los sinvergüenzas»

Sin ser superior a otras de sus fábulas de porte reflexivo y libertario como JONÁS, QUE CUMPLIRÁ 25 AÑOS EN EL AÑO 2000 (1976), MESSIDOR (1978) o EN LA CIUDAD BLANCA (1983), este segundo largometraje de Alain Tanner despunta como su trabajo más significativo y trascendental por cuanto confirmó su figura a nivel internacional como estandarte de lo que entonces se dio a conocer de forma impremeditada como la ‘nouvelle vague helvética’. Por medio de una franqueza naturalista casi documental y una mordacidad subterránea matizada con cierto aire de melancolía, el sobrevalorado cineasta constataba la disímil manera de enfocar la realidad de dos amigos (periodista uno, escritor el otro) que colaboran en la reconstrucción del caso de una joven, absuelta por escasez de pruebas de haber herido a su tío con un arma de fuego, para dar rienda suelta a desenfadados reproches a la colectividad burguesa o elucubraciones políticas un tanto encorsetadas, y, sobre todo, avanzar el que sería tema capital de toda su obra: la libertad como forzosa antesala a la felicidad.

Otras películas nutridas de ELUCUBRACIONES

La china – Jean-Luc Godard (1967)
Melinda y Melinda – Woody Allen (2004)
El aura – Fabián Bielinsky (2005)

JUDAÍSMO (Kadosh)

La palabra judaísmo se refiere a la religión, la tradición y la cultura del pueblo Judío. Es la más antigua de las tres religiones monoteístas más difundidas (junto con el cristianismo y el islam), conocidas también como ‘religiones del libro’ o ‘abrahámicas’, y la menor de ellas en número de fieles. Del judaísmo se desglosaron, históricamente, las otras dos religiones. Los jaredíes, también conocidos como ultraortodoxos o como Los que temen a Dios, son judíos ortodoxos cuya práctica religiosa es especialmente devota. Los jaredíes, al igual que otros judíos ortodoxos, consideran el principio de su sistema de creencias y prácticas religiosas en Moisés y la entrega de la Torá en el Monte Sinaí. (Wikipedia)

«El judaísmo es como una semilla de religión, es una religión sin construir y es por eso por lo que dos enormes religiones, el cristianismo que tiene más de 2000 millones de adeptos y el Islam que tiene más de mil, crecieron de esa semilla»
Martín Varsavsky (-1960) Empresario de telecomunicaciones argentino de ascendencia judía

KADOSH (Kadosh) – 1999

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Director Amos Gitai
Guion Amos Gitai y Eliette Abecassis
Fotografía Renato Berta
Música Louis Sclavis y Philippe Eidel
Producción Agav Hafakot/MP Productions
Nacionalidad Israel/ Francia
Duración 110m. Color
Reparto Yaël Abecassis, Yoram Hattab, Meital Barda, Uri Klauzner, Leah Koenig, Yussuf Abu-Warda, Sami Hori, Rivka Michaeli, Amos Gitai.
* Louis Sclavis – Mariage

«Conozco el fondo de tu corazón, Meïr. Tú estas sufriendo porque no tenemos hijos. Sufres porque crees que vivimos en pecado»

Fin de la apodada ‘Trilogía de las ciudades’, completada con DEVARIM (1995) y YOM YOM (1998), localizadas respectivamente en Tel-Aviv y Haifa, que abrió al mercado internacional el particular cine de un realizador israelí encomendado a conceptuar con discernimiento las disgregaciones y contrasentidos, tanto políticos, sociales como religiosos, de su conflictivo país. Por medio de una quietud descriptiva tan cautelosa como hiriente, Amos Gitai impugnaba con matiz reprobatorio el ultrajante papel de la mujer dentro de los códigos del judaísmo circunscribiendo el relato al ultraortodoxo suburbio de Mea Shearim, en Jerusalén, donde dos hermanas sufren las consecuencias de ese radical e inclemente contexto tradicionalista; la mayor, siendo forzada a romper su matrimonio por no haber procreado en diez años y, la pequeña, viéndose obligada a casarse con el ayudante del rabino a pesar de amar a otro hombre. Buenas melodías klezmer a cargo de Louis Sclavis para un largometraje con instantes de una desoladora impavidez, como las secuencias de los rituales oratorios.

Otras películas sobre JUDAÍSMO

El violinista en el tejado – Norman Jewison (1971)
Yentl – Barbra Streisand (1983)
El creyente – Henry Bean (2001)