Julian Schnabel

PÁRPADO (La escafandra y la mariposa)

Pliegue de piel par (superior e inferior) y músculo-mucoso móvil que cubre a los ojos. Está compuesto por la membrana conjuntiva palpebral, en contacto con el globo ocular; el tarso, una capa de notable espesor pero flexible; el músculo orbicular, que le da su movilidad, y la piel exterior. Su función es la protección del ojo y la humectación del mismo mediante las secreciones lagrimales. Por otra parte, el reflejo del parpadeo protege al ojo de cuerpos extraños. (Wikipedia)

«Eres realmente tan bonita. Veo que te has ido y has vuelto a cambiar tu nombre. Y justo cuando escalé esta ladera de la montaña para lavar mis párpados bajo la lluvia. Hasta luego, Marianne, es hora de que empecemos a reír y llorar, y llorar y reír sobre todo de nuevo» (canción So long, Marianne)
Leonard Cohen (1934-2016) Poeta, novelista y cantautor canadiense

LA ESCAFANDRA Y LA MARIPOSA (Le scaphandre et le papillon) – 2007

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Director Julian Schnabel
Guion Ronald Harwood
Fotografía Janusz Kaminski
Música Paul Cantelon
Producción Pathé Renn Productions/France 3 Cinéma/Canal+/Banque Populaire Images/Région Nord-Pas-de-Calais/Cinecinema/The Kennedy/Marshall Company
Nacionalidad Francia/ Estados Unidos
Duración 112m. Color
Reparto Mathieu Amalric, Emmanuelle Seigner, Marie-Josée Croze, Anne Consigny, Niels Arestrup, Olatz Lopez Garmendia, Max von Sydow, Jean-Pierre Cassel.
* Charles Trenet – La mer

«Hoy siento que mi existencia es una serie de intentos fallidos. Mujeres que no fui capaz de amar, oportunidades que no aproveché, momentos de felicidad que dejé pasar. Una carrera que aún sabiendo de antemano el resultado, no elegí al ganador. ¿Estaba ciego y sordo, o sólo la cruda luz de la desgracia me hace ver mi verdadera naturaleza?»

En 1995, Jean-Dominique Bauby, redactor jefe de la revista Elle, sufrió con tan solo cuarenta y tres años un infarto cerebral que le provocó una cuadriplejia anártrica, o ‘síndrome del cautiverio’, dejándolo confinado en el hospital de Berck-Sur-Mer sin poder moverse, hablar, comer ni respirar sin asistencia. Sin embargo, preservó sus facultades mentales intactas, e, incluso reavivó su coraje y creatividad, hasta el punto de concebir una novela autobiográfica sobre sus recuerdos, sueños y emociones, gracias a un código que le permitía expresarse dictando las letras con su párpado izquierdo. Rehuyendo las artimañas sensitivas y los dictámenes estériles, Julian Schnabel revivió esta fascinadora historia de superación personal desde el punto de vista del protagonista, acompañando los planos subjetivos con un adecuado uso de la voz en off para transmitir su malestar y sus anhelos de libertad hasta conformar un apólogo vitalista tan profundo y emotivo como absorbente y sobrecogedor. Cautivadora fotografía de Janusz Kaminski y omnipresente utilización de una impecable banda sonora.

Otras películas donde el PÁRPADO adquiere cierta relevancia

La naranja mecánica – Stanley Kubrick (1971)
El ojo del diablo – Ingmar Bergman (1960)
Rocky – John G. Alvidsen (1976)