ALBACEA (Incendies)

Persona encargada por el testador o por el juez de cumplir la última voluntad del fallecido, custodiando sus bienes y dándoles el destino que corresponde según la herencia. (RAE)

«Walter Hill se ha convertido en albacea del western, un género al que siempre regresa cada vez que puede o en el que se ampara cuando rueda thrillers.»
Koldo Landaluze (1965-) Escritor, dibujante de cómics y crítico de cine y música español

INCENDIES (Incendies) – 2010

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Director Denis Villeneuve
Guion Denis Villeneuve y Valérie Beaugrand-Champagne
Fotografía André Turpin
Música Grégoire Hetzel
Producción PHI Films/micro_scope/TS Productions
Nacionalidad Canadá/ Francia
Duración 130m. Color
Reparto Lubna Azabal, Mélissa Désormeaux-Poulin, Maxim Gaudette, Rémy Girard, Abdelghafour Elaaziz, Mohamed Madj, Baya Belal.
* Radiohead – You and whose army?

«Las ideas sólo sobreviven si alguien está ahí para defenderlas.»

Dos hermanos gemelos de Quebec se reúnen con el albacea testamentario para conocer la inesperada última voluntad de su fallecida madre, una inmigrante libanesa que agotó sus últimos años en el refugio de un impenetrable mutismo: deberán encontrar a su padre (al que creían muerto) y a su hermano (cuya existencia ignoraban) para entregarles dos sobres cerrados con una carta escrita para cada uno. Este intrigante punto de partida constituye la médula argumental del traumático viaje hacia la verdad de sus orígenes propuesto en la palpitante pieza teatral de Wajdi Mouawad y, por ende, en esta adaptación homónima vertebrada con solidez y rotunda pulsión dramática por Denis Villeneuve. A través de una hábil alternancia de flashbacks, ubicados en la feroz encrucijada de combates sostenidos en el Próximo Oriente entre cristianos maronitas, musulmanes (sunitas o chiitas) y palestinos, germina un desgarrador apólogo sobre la fatalidad del destino, la esencia del perdón y la futilidad de la guerra, que fascina, sorprende y conmueve en la misma proporción que incomoda, desconcierta e, incluso, horroriza.

Otras películas en las que interviene un ALBACEA

Mi prima Raquel – Henry Koster (1952)
Las horas del verano – Olivier Assayas (2008)
El Gran Hotel Budapest – Wes Anderson (2014)

6 comentarios

  1. Como siempre, te leo con mucho interés y con ganas de ver las películas que comentas. Hoy me sorprende la frase de «cristianos, musulmanes y palestinos». Mezclas dos religiones y una nacionalidad. ¿Quizás es un lapsus?
    Feliz domingo

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    1. Más que un lapsus, ha sido una manera algo simplista y errática de abreviar los principales grupos beligerantes que intervinieron en la guerra civil libanesa, pues su desarrollo fue de una importante complejidad polifacética. El Líbano era una sociedad formada mayoritariamente por cristianos (maronitas) y musulmanes (sunitas y chiitas). A ellos se unieron cientos de miles de palestinos tras la creación del estado de Israel. Entre todos ellos, y algunas otras facciones implicadas, se formaron abundantes alianzas y sostuvieron multitud de combates a lo largo del inacabable conflicto. Agradezco tu apunte y modifico el texto para intentar que sea algo más preciso. Y por supuesto, me alegro muchísimo que sigas el blog y leas las entradas con tanto interés. Un abrazo.

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  2. Todavía recuerdo el shock del descubrimiento final. Una narración que sabe dosificarse y conducirnos con gran pulso en una historia tremenda.

    Como siempre, admirable tu conciso análisis, máxime con la complejidad de elementos y temas que aborda la película.

    Este fue el primer largometraje que vi de Denis Villeneuve y resultó suficiente para querer seguir su obra. De hecho, cuando me enteré que iban a rodar una secuela de «Blade Runner», uno de mis títulos favoritos, desconfié mucho de su resultado, pero conocer que Villeneuve estaba tras el proyecto me hizo interesarme. La saga de «Dune» la siento más lejana, pero visualmente hay que reconocerle su impecable espectacularidad. Desde luego, como has dicho, un director a no perder de vista.

    Un cinéfilo abrazo.

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