Propensión a los deleites carnales. Se trata del deseo sexual o la lujuria sin control. La lascivia implica la imposibilidad de controlar la libido, lo que puede derivar en una obsesión. (definicion.de)
«La lujuria genera la lascivia, la lascivia la crueldad»
Fiódor Dostoyevski (1821-1881) Escritor ruso
AMANTES (Amantes) – 1991
Director Vicente Aranda
Guion Vicente Aranda, Álvaro del Amo y Carlos Pérez Merinero
Fotografía José Luis Alcaine
Música José Nieto
Producción Costa P.C./TVE
Nacionalidad España
Duración 107m. Color
Reparto Jorge Sanz, Victoria Abril, Maribel Verdú, Enrique Cerro, Saturnino García, Mabel Escaño, Alicia Agut, Gabriel Latorre.
«Ahora, cuando quiero pensar en ella, me doy cuenta de que tu cuerpo lo ocupa todo y no la deja entrar en mis pensamientos»
Inicialmente concebido como un episodio más de una estimable serie televisiva consignada a reconstruir sucesos reales de la España negra (LA HUELLA DEL CRIMEN), el llamado Crimen del barrio de Tetuán, fue progresivamente transformado en un asfixiante melodrama carnal que todavía hoy perdura como la mejor película de un director especializado en ilustrar con afrodisíaca sordidez la reciente crónica de su país. La historia de un joven provinciano recién licenciado del servicio militar que se debate entre el amor puro de su novia, criada de su excomandante, y la furtiva e irreprimible pasión lasciva que le transmite su casera, una atractiva viuda dedicada al estraperlo (dos personajes femeninos interpretados con asombrosa fuerza y credibilidad), era esgrimida con vigor narrativo a través de una puesta en escena de un realismo tan opresivo como turbador, sustentado en abundantes momentos de intensa explicitud erótica, como la desconcertante escena del pañuelo (al parecer aportada por Jorge Sanz) y culminado en un níveo e inquietante desenlace de categórica antología.
Otras películas sobre la LASCIVIA
Susana (Demonio y carne) – Luis Buñuel (1950)
Lolita – Stanley Kubrick (1962)
Fuego en el cuerpo – Lawrence Kasdan (1981)
Ay, los triángulos, cuántas historias nos han llegado… De las películas que he visto de Aranda, que no han sido muchas, esta es la que más me gustó en su momento. Tendría que volver a verla pues hace mucho que no la ‘repaso’. Reconozco que el cine de Aranda no es el que más me atrae pero tiene títulos que merece la pena volver a visitarlos. Recuerdo una serie, Los jinetes del alba que en su día me enganchó al televisor.
En el cine, además de los triángulos propuestos, me vienen a la memoria: LA DECISIÓN DE SOPHIE, CABARET y SOÑADORES de Bernardo Bertolucci.
Besos
Hildy
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Cuando rodó esta película, Aranda atravesaba probablemente por el momento más creativo de su irregular, aunque sumamente influyente, carrera como realizador. Poco antes había rodado las descarnadas «El lute, camina o revienta» o «Tiempo de silencio», que, a mi parecer, siguen siendo (junto a la presente) de lo mejor de su filmografía.
De tus triángulos propuestos, me quedo con el canalizado por Fosse. Espero que pronto aparezca por el blog…
Un abrazo
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Iba a decir que Una mujer para dos sí que era un triángulo como Dios manda (¡y de hace 80 años!), pero ya veo que sale enlazada en «Tríos».
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Lo es, sin duda. Quizás el trio más distinguido de la historia del cine, junto al que contenía el «Jules y Jim» de Truffaut.
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