PARACAIDISMO (Los temerarios del aire)

Técnica de lanzamiento de seres humanos u objetos desde cierta altura usando un paracaídas para amortiguar el impacto, que puede realizarse desde cualquier aeronave como avión, helicóptero o globo aerostático, u objetos fijos como montañas, edificios, puentes y antenas (…) Fines recreativos o deportivos: en este caso, durante la caída libre, antes de abrir el paracaídas, los paracaidistas «vuelan» de forma relativa, aunque siempre continúan cayendo; esto divide la actividad en dos modalidades totalmente distintas: la caída libre y el vuelo con paracaídas. Está considerado dentro de los Deportes aeronáuticos y reconocido por el Comité Olímpico Internacional. Es un deporte no convencional y la mayoría de las modalidades se practican en competición regulada mundialmente por la Federación Aeronáutica Internacional. (Wikipedia)

“Los paracaidistas son los únicos militares que ascienden gracias a los descensos”
Jaume Perich (1941-1995) Escritor, dibujante y humorista español

LOS TEMERARIOS DEL AIRE (The gypsy moths) – 1969

aire

Director John Frankenheimer
Guion William Hanley
Fotografía Philip Lathrop
Música Elmer Bernstein
Producción Metro Goldwyn Mayer
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 106m. Color
Reparto Burt Lancaster, Deborah Kerr, Gene Hackman, Scott Wilson, Bonnie Bedelia, Sheree North, William Windom, John Napier.

«¿Es usted de esa clase de hombres que siempre tienen una buena razón para hacer todo lo que hacen?»

Una de las películas más sinceras e introspectivas de John Frankenheimer la encontramos en esta valiosa adaptación de la novela homónima de James Drought, donde se narraba de forma tan briosa como lapidaria los avatares intimistas y profesionales de un trío de pilotos aéreos dedicados a exponer sus vidas de pueblo en pueblo con un espectáculo de paracaidismo acrobático. Más allá de sus hermosas e inquietas escenas de caída libre, este insólito melodrama sobresale por el matiz entre nostálgico y crítico con el que captaba la rutina costumbrista del Medio Oeste y, sobre todo, por el indisoluble poso de amargura que dejaba la descorazonadora disquisición psicológica de sus personajes; en su mayoría seres erráticos, vacíos y taciturnos, habituados a convivir con sus frustraciones y sus desarreglos afectivos. Gran parte del vigor y la sobriedad que rezuma el relato hay que atribuírselo a un espléndido trabajo actoral comandado por el impertérrito Burt Lancaster, en su quinta y última colaboración con este aventajado representante de la denominada «generación de la televisión».

Otras películas sobre PARACAIDISMO

Locos del aire – Norman Taurog (1952)
Comando paracaidista – William Witney (1959)
Velocidad terminal – Deran Sarafian (1994)

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