Proceso económico, tecnológico, social y cultural a escala planetaria que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo uniendo sus mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global (…) Se caracteriza en la economía por la integración de las economías locales a una economía de mercado mundial donde los modos de producción y los movimientos de capital se configuran a escala planetaria (Nueva Economía) cobrando mayor importancia en el rol de las empresas multinacionales y la libre circulación de capitales junto con la implantación definitiva de la sociedad de consumo (…) En la cultura se caracteriza por un proceso que interrelaciona las sociedades y culturas locales en una cultura global (…) En lo tecnológico la globalización depende de los avances en la conectividad humana (transporte y telecomunicaciones) facilitando la libre circulación de personas y la masificación de las TICs y el Internet. (Wikipedia)
“Globalización y universalidad no van de la mano, son más bien excluyentes. La globalización se da en las técnicas, en el mercado, en el turismo, en la información. La universalidad es la de los valores, los derechos del hombre, las libertades, la cultura, la democracia” (libro El paroxista indiferente)
Jean Baudrillard (1929-2007) Filósofo y sociólogo francés
CÓDIGO DESCONOCIDO (Code inconnu: recit incomplet de divers voyages) – 2000
Director Michael Haneke
Guion Michael Haneke
Fotografía Jürgen Jürges
Música Giba Gonçalves
Producción MK2/Les Films Alain Sarde/France2 Cinéma/ZDF/Bavaria Film/Romanian Culture Ministry
Nacionalidad Francia/ Alemania/ Rumanía
Duración 118m. Color
Reparto Juliette Binoche, Thierry Neuvic, Sepp Bierbichler, Paulus Manker, Ona Lu Yenke, Luminita Gheorghiu, Maurice Benichou, Arsinée Khanjian.
«¿Por qué no creces y dejas de permitir que otros decidan por ti?»
Encomendándose a la fragmentación estructurada como procedimiento narrativo para asimilar la anárquica realidad contemporánea y constatando su destreza en la aplicación del plano-secuencia, recursos apuntados con anterioridad en su inquietante 71 FRAGMENTOS DE UNA CRONOLOGÍA DEL AZAR (1994), Haneke configuró una alambicada maniobra de experimentación sobre el lenguaje fílmico, donde incidía con cierta retórica y un fuerte compromiso moral en su percepción pesimista de la condición humana. El cineasta austriaco escogió la multicultural urbe de París para entrelazar las conductas de una serie de ciudadanos unidos por el azar y, con ellas, discurrir con rotundo empaque emocional sobre múltiples estigmas sociales (la violencia cotidiana, la soledad y la incomunicación, el racismo, la insensibilidad de la poderosa sociedad de consumo) que afectan a una Europa inmersa en un arduo e irreversible proceso de globalización, pero consternada por una realidad social y económica cada vez más segregada, contradictoria e, incluso, deshumanizada.
Otras películas sobre la GLOBALIZACIÓN
La toma – Avi Lewis (2004)
Babel – Alejandro González Iñárritu (2006)
En un mundo libre – Ken Loach (2007)
Diccineario 
Es de las películas de Haneke que más me gustan e impresionan. Esa actriz solitaria, ese fotógrafo de guerra (al que pertenece la impresionante cita), la mujer rumana que trata de sobrevivir, el joven maestro negro del lenguaje de signos… una galería de personajes muy difícil de olvidar así como las situaciones que viven y cómo se entrecruzan sus tramas… Y además rodada de manera impresionante. Ahora me vienen a la cabeza varias escenas: dos con Julie Binoche. Una como actriz de doblaje donde surge la risa con su compañero pero doblando una escena durísima… y otra en un casting donde hace una prueba como para una película de terror, angustiosa. Y otra con el fotógrafo de guerra, en el metro de París sacando fotos fijas de los rostros de los pasajeros, mientras se van insertando imágenes de los rostros de personas que están viviendo la guerra de los Balcanes…
Besos
Hildy
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La película está repleta de momentos de una pasmosa rotundidad expresiva, como algunos a los que has aludido, esencialmente marcados por un halo de desafiante escepticismo social.
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Esa interconexión del ser humano que se apuntaba en las excelentes ‘Amores perros’ y ’21 gramos’ dio el salto lógico a nivel planetario en ‘Babel’, donde el estilo y las inquietudes del tándem Iñárritu/Arriaga daban buenas muestras de desgaste. Lo de Iñárritu con ‘Biutiful’ ya me parece directamente grotesco.
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Probablemente «Babel» sea la película que mejor defina esa «interconexión» latente en la civilización moderna, pero «Código desconocido» ya anticipaba sus máculas con su punzante fragmentación descriptiva.
Coincido en la excelencia de «Amores perros«, debo darle otra oportunidad a «21 gramos», que, en su día, me superó por momentos, y quizás me decida a ver una tarde «Biutiful», aunque reconozco que no me apetece demasiado.
Un saludo.
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No la he visto, pero la crónica es magnífica. Créeme si te digo que cada vez tengo más pavor a la globalización. Confío en que lo irreversible sea reversible, por el bien de cientos de millones de puestos de trabajo a nivel planetario, pues la globalización es la deshumanización, la codificación total, la ausencia de directa vinculación de los estados con sus gobernados, la pérdida de diversidad sociopolítica y la mercantilización inmisericorde, entre otras muchas cosas y, obviamente, no todo malas, pero… sí la mayoría.
La película de Heneke pinta más que bien, aunque a veces el maestro se hace plúmbeo en sus procesos reflexivos sobre la sociedad y el hombre, como en el caso de la parsimoniosa, previsible y, por momento, evidente intelectualmente «La cinta blanca», pero en otros nos da una de las mayores lecciones de cine de todos los tiempos con la prodigiosa «Amor». Cuídate y otra vez mi más sincera enhorabuena para el nuevo formato del blog, muy, muy logrado.
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Entiendo, por el comentario de Abúlico, que “Babel” es una obra que muestra ese desgaste del que habla. Par mi, en cambio, es una obra formidable, con lagunas y un final francamente mejorable por inverosímil, pero que no impide catalogarla como excepcional. De «21 gramos», ya la elegí como una de las películas más interesantes de su década, y «Amores perros» es en el cine de su autor lo que «El jinete pálido» a «Sin perdón» al cine de Eastwood.
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Mi concepto sobre la globalización no difiere demasiado del tuyo, amigo Altaica, es decir, me genera una incertidumbre más que preocupante. No obstante, de entre todas la imperfecciones que dicho proceso trae consigo, Haneke opta por centrarse esencialmente en la insolidaridad y la incomunicación, de ahí el paralelismo recapitulador de los minicapítulos que delimitan la película, en las que un grupo de niños sordomudos tratan de comunicarse mediante señas sin demasiado éxito.
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Es una obra en la que Haneke muestra de manera precisa y sin concesiones como se conduce la mayoría de personas en una gran ciudad en la actualidad. La indiferencia básica hacia las desgracias ajenas que muestra la gente. Donde parece que nada nos concierne hasta que nos afecta a nosotros de manera muy directa. Como le sucede a Juliette Binoche cuando unos jóvenes la molestan en el vagón de metro, casi al final de la película. Entonces ella es víctima de la misma indiferencia por parte de los viajeros, que fingen no darse cuenta de que la están molestando. Sólo un señor saldrá en su defensa.
Incomoda y genial película.
Un saludo.
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Quince años después de su estreno, sigue siendo un preciso reflejo de la inercia cotidiana de toda gran urbe europea. La escena que citas, con una Binoche soberbia, es uno de los momentos más significativos del film.
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