MACARTISMO (La tapadera)

Término que se utiliza en referencia a acusaciones (generalmente oportunistas, pero siempre falsas) de deslealtad, subversión o traición a la patria sin el debido respeto a un proceso legal justo donde se respeten los derechos del acusado. Se origina en un episodio de la historia de Estados Unidos que se desarrolló entre 1950 y 1956 durante el cual el senador Joseph McCarthy (1908-1957) desencadenó un extendido proceso de delaciones, acusaciones infundadas, denuncias, interrogatorios, procesos irregulares y listas negras contra personas sospechosas de ser comunistas. Los sectores que se opusieron a los métodos irregulares e indiscriminados de McCarthy denunciaron el proceso como una «caza de brujas». (Wikipedia)

«Todo lo que es revolucionario, lo que enseña, lo que trata de guiar, lleno de luz y de conciencia, de claridad y de belleza, a los hombres y a los pueblos a mejores destinos, hacia más altas cumbres del pensamiento, de la vida y de la justicia, encuentra la reprobación más encarnizada del imperialismo; encuentra la valla, la condena, la persecución macartista»
Fidel Castro (1926-) Militar, revolucionario, estadista y político cubano

LA TAPADERA (The front) – 1976

front

Director Martin Ritt
Guion Walter Bernstein
Fotografía Michael Chapman
Música Dave Grusin
Producción Columbia/Persky-Bright Productions/Rollins-Joffé Productions
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 95m. Color
Reparto Woody Allen, Zero Mostel, Michael Murphy, Remak Ramsay, Herschel Bernardi, Lloyd Gough, Andrea Marcovicci, Danny Aiello.
* Frank Sinatra – Young at heart

«Es bueno cuando algo bueno le sucede a alguien bueno. No ocurre muy a menudo»

En el primer papel no esencialmente cómico de su carrera cinematográfica, Woody Allen encarnaba al cajero de un restaurante neoyorquino y corredor de apuestas clandestinas en su tiempo libre, que se hallaba repentinamente ante el resbaladizo compromiso de firmar unos guiones televisivos escritos por un amigo, encausado por el entonces incipiente Comité de Actividades Antiamericanas. Ritt, Bernstein y diversos miembros del reparto (concretamente Bernardi, Gough, Shelley y el gran Zero Mostel) no necesitaron ser incentivados para llevar a cabo este particular ajuste de cuentas contra la ‘caza de brujas’ impulsada por el senador McCarthy durante la primera mitad de los cincuenta, pues ellos mismos fueron en su día víctimas de aquel aluvión de fanatismo antidemocrático que infamó a la sociedad norteamericana con la aflictiva, vergonzosa y desconcertante oclusión de su creatividad audiovisual. La cinta deviene una firme, necesaria y tajantemente denunciadora parodia de los hechos, dirigida con poco presupuesto a través de una sabia dosificación de comedia y drama.

Otras películas ambientadas en pleno MACARTISMO

Caza de brujas – Irwin Winkler (1991)
Buenas noches y buena suerte – George Clooney (2005)
Trumbo y la lista negra – Peter Askin (2007)

4 comentarios

  1. Me gusta este tema, ya lo sabes. Esta película la vi hace un montón y me resultó muy interesante. Martin Ritt posee en su filmografía películas para rescatar. No conozco el documental «Trumbo y la lista negra» pero tiene una pinta estupenda. También hace nada hablaste sobre la película «Abajo el telón» que también tocaba el macartismo. Y es estremecedora la obra de teatro de Arthur Miller donde no sólo recuerda la figura de Marilyn Monroe sino también la caza de brujas, DESPUÉS DE LA CAÍDA. Pero hay una película a la que tengo especial cariño y también se ve muy bien la caza de brujas y sus consecuencias y es TAL COMO ÉRAMOS de Sydney Pollack.

    Besos
    Hildy

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    1. Sí, a mí también me atrae este triste episodio histórico. La prueba es que ya he hecho referencia a él en bastantes entradas, sin ir más lejos en «La sal de la tierra» o «La fuerza del mal«, además de la que tú oportunamente has citado.
      Más que por la película en sí, ostento una gran admiración por la protagonista de «Tal como éramos», Barbra Streisand, que siempre me ha parecido una espléndida actriz y una de las voces femeninas más imponentes que hayan acariciado nunca mis oídos.

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  2. Es curioso cómo un cuarto de siglo después de la tristemente famosa caza de brujas de McCarthy, cuando se hizo esta película, aun se abordaba el asunto con el «cuidado» con que se andaría descalzo sobre vidrios cortados. El film que ahora nos ocupa, con vocación de sinceridad (en él participaron algunos encartados como señala el post), deviene más dramático que didáctico y, en cualquier caso, la sensación percibida es la de un ejercicio algo blando.
    Además de las que citáis, habría que mencionar algún meritorio precedente cinematográfico sobre el maccarthysmo, y por ello no debemos olvidarnos de la desopilante parodia (muy valiente pues se rodó en 1952) que hacía Berlanga en la pesadilla del alcalde de «BIENVENIDO, MR. MARSHALL«, o la de Chaplin en buena parte de su vengativa «UN REY EN NUEVA YORK». Ambas, naturalmente, rodadas fuera de Estados Unidos.
    Un saludo.

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  3. Probablemente la película trate el tema de forma algo apocada y maleable, pero creo que es uno de los testimonios más significativos de aquel deplorable capítulo de la crónica estadounidense.
    Muy acertada tu referencia a la chaplinesca «Un rey en Nueva York», de hecho, fue mi descarte a la hora de elegir las alternativas.
    Un saludo, Teo.

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