CLAQUÉ (Cotton Club)

También llamado tap, es un estilo de baile estadounidense, en el que se mueven los pies rítmicamente mientras se realiza un zapateo musical. El tap se origina a partir de la fusión de las danzas de zuecos de Irlanda, el norte de Inglaterra y Escocia, combinado con los bailes practicados por los afroamericanos, como la juba, entre el siglo XVII y el XVIII. En 1739, se prohíbe a los esclavos negros que utilicen instrumentos de percusión. Esto les motivó a realizar la percusión con los pies y las manos. Bailado en un principio por los esclavos, se pulió en los Estados Unidos después de su Guerra de secesión. Tras su auge en los años 30-40, cuando consiguió gran popularidad por su presencia en diversos musicales de Hollywood, y con artistas como Fred Astaire, el tap se alejó de los escenarios norteamericanos hasta resurgir en los años 70. (Wikipedia)

«Una vez que estás en el escenario no hay vuelta atrás. Incluso cuando las cosas van mal, la gente espera que estés allí y los entretengas. Cuando todo falla, hay que intentar con claqué»
Angus Young (1955-) Guitarrista y compositor de rock australiano

COTTON CLUB (Cotton Club) – 1984

cotton

Director Francis Ford Coppola
Guion Francis Ford Coppola y William Kennedy
Fotografía Stephen Goldplatt
Música John Barry
Producción Zoetrope Studios/PSO International/Totally Independent
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 127m. B/N
Reparto Richard Gere, Gregory Hines, Diane Lane, Bob Hoskins, Julian Beck, Tom Waits, Giancarlo Esposito, Fred Gwynne, Nicolas Cage.

«En el salón de al lado tenéis lo mejor en alcohol, comida y mujeres que se pueda conseguir en Nueva York. Así que sugiero que probéis las tres cosas y recordad que todo nuestro esfuerzo es para eso, para vivir como los reyes y los príncipes del mundo»

Una vez renovado su prestigio con las pandilleras REBELDES (1983) y LA LEY DE LA CALLE (1983), Coppola personalizó a sus maneras como cineasta un encargo del productor Robert Evans que combinaba melodrama, musical y cine negro a partir de una novela de Jim Haskins para construir una lujosa y evocadora recreación de una de las grandes mecas del jazz en los años en los que la mafia dominaba el tráfico clandestino del alcohol provocado por la ‘Ley Seca’. Diversas historias ceñidas a aquel mítico club del Harlem neoyorquino, con especial deferencia a la turbulenta y arrebatadora relación entre un ambicioso trompetista y la cautivadora amante de un gangster, fueron entrelazadas por medio de una puesta en escena de una cuidadísima plasticidad, en la que sobresalía su espectacular decoración, el selecto vestuario de Milena Canonero o la prodigiosa destreza de su realizador a la hora de ejecutar sus características secuencias paralelas. Gran reparto, con un maravilloso Gregory Hines como el bailarín de claqué estrella del local, y sobresaliente música formada por temas musicales de la época.

Otras películas sobre CLAQUÉ

Bailando nace el amor – William A. Seiter (1942)
Yanqui Dandy – Michael Curtiz (1942)
Cantando bajo la lluvia – Stanley Donen y Gene Kelly (1952)

8 comentarios

  1. Es otra película que yo considero fallida. Para los amantes del jazz, al cual yo me incluyo, este filme no retrata en absoluto el Cotton Club de su tiempo, y digamos, del maestro Duke Ellington. Vengo diciendo desde hace mucho tiempo en mi blog que el jazz nunca fue comprendido en el cine americano, cuando precisamente el jazz es la pura cultura musical de ese país. A los grandes intérpretes del jazz el cine los trató mal. Podemos ver a un Louis Armstrong (uno de los músicos más influyentes de todo el siglo XX) haciendo papeles ridículos. A Duke Ellington en «Anatomía de un asesinato» de Preminger, tocando el piano con un traje ridículo dentro de una cabaña (la banda sonora de este filme es soberbia). En todo el film noir no hay ni una gota de esta música. Gilda cantando Amado mío, o en las fiestas clandestinas vemos a músicos ‘blancos’, pero como de relleno. «Bird», de Eastwoood le falta swing y como dijo Ellington que no tiene sentido si no tiene ese swing. «Kansas City», de Altman es mala. «Alrededor de la medianoche», de Tavernier es fallida, lo único bueno es que podemos ver al grandísimo Dexter Gordon interpretándose a sí mismo. Una peli que hace justicia es «Ascensor para el cadalso» de Malle y con una de las mejores bandas sonoras de todos lo tiempos compuesta por Miles Davis. «Invierno en Lisboa» es horrible aunque participe Dizzi Gillespie. Y paro que esto puede alargarse y no quiero ser pesado, pero es que el tema es más que interesante, ¿no crees? Hace poco que se ha publicado un libro titulado El jazz en el cine y es absolutamente falso. Con solo decirte que sale la Marilin Monroe en la portada…

    Un abrazo

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  2. Recuerdo a Gregory Hines bailando claqué en otra película de los años ochenta que me gusta mucho: NOCHES DE SOL. Su compañero de baile es Mikhail Baryshnikov. La película es una mezcla extraña de claqué y danza clásica con cine político y de intriga muy especial y ¡FUNCIONA! La dirigía Taylor Hackford y supuso la presentación al cine de Isabella Rossellini además de encontrarnos con una estupenda Helen Mirren.

    Besos
    Hildy

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  3. Aún recuerdo al bueno de Carlos Pumares en «Polvo de estrellas», programa radiofónico seguido en su día muchos aficionados al cine y que fue derivando en un aunténtico patio de vecinos, calificar a esta película como «obra maestraaaaaaaaa».

    Sin llegar a tanto, sí la recuerdo como una película interesante y que como bien indica Antonio se articulaba a modo de popurrí curioso y en algunos momentos fascinante. Sin entrar en los terreno de Francisco Machuca, para el que no estoy ni por asomo preparado, sí indicar que desde una óptica poco formada la película tenía interés y resultaba formalmente muy bien ejecutada, pero tal vez le faltaba potencia y alma. Un saludo.

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