Persona que se ocupa de la venta de carne y productos derivados de la misma. El carnicero trabaja habitualmente en los establecimientos denominados carnicerías. Las carnicerías pueden ser establecimientos individuales, pueden estar integradas en un mercado o simplemente constituir una sección en un supermercado o hipermercado. La primera actividad que realiza el carnicero es la selección de la pieza a vender procurando que tenga el mejor aspecto posible y que pueda sacarle el máximo aprovechamiento (…) Para ello, deshuesa la pieza, recorta las partes malas y corta la carne en filetes con el cuchillo según la cantidad solicitada por el cliente; pica la carne con la picadora para venderla al peso o para fabricar con ella albóndigas o hamburguesas; corta el jamón y otros embutidos en lonchas con la cortadora eléctrica; separa las costillas del costillar con el hacha de carnicero. (Wikipedia)
“Un corazón es tal vez algo sucio. Pertenece a las tablas de anatomía y al mostrador del carnicero. Yo prefiero tu cuerpo”
Marguerite Yourcenar (1903-1987) Novelista, poetisa, dramaturga y traductora francesa
DELICATESSEN (Delicatessen) – 1991
Director Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro
Guion Jean-Pierre Jeunet, Marc Caro y Gilles Adrien
Fotografía Darius Khondji
Música Carlos D’Alessio
Producción Sofinergie/Investimage 2/Constellation/Fondation GAN/Hachette Première/UGC/Victorie/
Nacionalidad Francia
Duración 99m. Color
Reparto Dominique Pinon, Marie-Laure Dougnac, Karin Viard, Ticky Holgado, Chick Ortega, Jean-Claude Dreyfus, Howard Vernon. Edith Ker.
«Los viejos tiempos no volverán jamás (…) Metáselo bien en la cabeza, todo se acabó»
La presentación en sociedad de Jeunet y Caro, dos jóvenes y revolucionarios cineastas procedentes del video-clip musical, llegó con esta abstracta y delirante comedia negra que proyectaba un desolador y catastrófico universo cotidiano para enmarcar las desazonantes peripecias que acontecen a los variopintos inquilinos de un siniestro inmueble de ignota ubicación, entre los cuales destaca el propietario de una carnicería que él mismo abastece de carne humana. Introduciéndose en el mundo del cómic fantástico a través de una impactante fotografía y un espectacular diseño escenográfico, el film enmascaraba una implacable reflexión social de tintes postapocalípticos, que, desde sus extraordinarios títulos de crédito, retozaba en su constante fluctuación del surrealismo más cáustico y atroz a la más párvula ternura costumbrista. Una película sugerente y transgresora, controvertida e irregular, empapada por una sofocante atmósfera postiza y un sentido del humor tan hilarante como despiadado, que permanece como una de las obras de culto más reseñadas y creativas de los años noventa.
Otras películas donde hallamos un CARNICERO entre sus personajes protagonistas
Marty – Delbert Mann (1955)
El carnicero – Claude Chabrol (1970)
La buena estrella – Ricardo Franco (1997)
Diccineario 
Como dices, el universo de Jeunet tiende a la irregularidad y suele estar a un paso de írsele de las manos. Pero también lo encuentro muy atractivo.
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Su imaginación es desbordante, pero creo que el desarrollo de la película no acaba de aprovechar las posibilidades expuestas en su contundente arranque. Eso sí, tiene momentos memorables como el ruidoso coito entre el carnicero y su amante, propagado a través de las tuberías…
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Coincido plenamente con tu análisis y el que también realiza Abúlico, pero ello no quita para que en su desmesura y evidente irregularidad, estemos ante un cineasta único y de singularidad brillante. Ha creado un mundo estético y afectivo indiscutible y sus dotes técnicas y de atmósfera frisan en lo genial. Lástima que sus historias no estén acompañadas de la mesura necesaria para convertir ese mundo mágico y trágico en magistral.
Pero puestos a arriesgar y a mojarse, lo prefiero mil veces a cineastas que en esa búsqueda estética y subterránea particular, están catalogados como genios por muchos, véase el horrible Tim Burton, sencillamente no lo soporto, o el desmedido hasta la paranoia Gilliam, que eso sí, no dejó «Brazil», una obra maestra.
En concreto Delicatessen es una película descomunal en sí misma, única, transgresora, muy profunda, mágica y trágica como pocas y, pese a sus excesos y carencias, está a un paso de ser ya un clásico diabólico y maravilloso. Uno de los cineastas con más talento que hay en la actualidad, que en su genio encuentra también sus obstáculos, algo que por otro lado es bastante lógico. Yo sí me espero de él alguna película fascinante.
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Yo tampoco conecto demasiado con el cine de Tim Burton. Eso sí, no sólo lo soporto, sino que incluso hay películas suyas que me gustan bastante («Eduardo Manostijeras» o «Ed Wood»). De todos modos, considero (al igual que los hermanos Coen) que está demasiado sobrevalorados.
Guardo en la recámara «Largo domingo de noviazgo» de Jeunet, que tú me recomendaste encarecidamente. Si sus expectativas llegan a buen puerto, no dudes que aparecerá por el blog.
Feliz Año Nuevo. Un abrazo.
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¡Por finnnnnnn!, un cinéfilo que opina que los hermanitos Coen están sobrevalorados. Ya somos dos. Por poner solo un ejemplo, yo no le veo por ningún lado la excelencia a «Fargo», salvo que es interesante. Pero…
De «Largo domingo de noviazgo» no te esperes mesura y contención, no, y sí reiteración y abigarramiento, pero hay momentos, lugares, sitios, encuentros y una atmósfera maravillosa que hacen que algunas películas, en sus errores, brillen tanto como aquellas personas que sabes que las quieres pese a que a veces son como son. Feliz Año Nuevo y espero que venga con alguna que otra mejoría, pues el pasado ha sido brutal. Ya hablaremos de esa maravilla llamada «El hombre tranquilo», el mejor cuento de la historia del cine.
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Un hito en la historia del cine.
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Al menos, sí se trata de uno de las obras más transgresoras e ingeniosas de los años noventa…
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