Acción o procedimiento mediante el cual algo se modifica, altera o cambia de forma manteniendo su identidad. (Wikipedia)
«Transformar una experiencia en conciencia, en esto estriba ser hombre»
André Malraux (1901-1976) Novelista, aventurero y político francés
LA EXTRAÑA PASAJERA (Now, voyager) – 1942
Director Irving Rapper
Guion Casey Robinson
Fotografía Sol Polito
Música Max Steiner
Producción Warner Bros.
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 117m. B/N
Reparto Bette Davis, Paul Henreid, Claude Rains, Gladys Cooper, John Loder, Lee Patrick, Bonita Granville, Ilka Chase, Franklin Pangborn.
«No puedo dejar de pensar en ti, ni tampoco puedo sacarte de mi corazón. Si fuera libre sólo habría una cosa que desearía hacer, demostrarte que no eres inmune a la felicidad»
Arropado por una impecable producción consignada a realzar el potencial interpretativo de Miss Davis, el discreto artesano Irving Rapper firmó esta pulcra adaptación del folletín homónimo de Olive Higgins Prouty, inspirado a su vez en el poema Leaves of grass de Walt Whitman, que se encuentra entre los melodramas norteamericanos más insignes y menos aludidos de los años cuarenta. La transformación del despreciado ‘patito feo’ de un arbitrario hogar bostoniano en una dama refinada e independiente, cuyo renovado espíritu bulle tan anheloso por enjugar su almacenada pasión amorosa como por impartir la ternura, comprensión y generosidad que ella nunca recibió, armonizaba la evocación romántica con ciertas connotaciones psicoanalíticas e, incluso feministas, hasta trazar una vital exhortación sobre la obligatoria autoexigencia que todo ser humano debe imponerse para perseguir su felicidad. Grandes actuaciones y laureada música de Max Steiner para un film de indelebles momentos, entre los que sobresale el hábito del personaje interpretado por Paul Henreid de encender dos cigarrillos a la vez.
Otras películas donde asistimos a la TRANSFORMACIÓN radical de su protagonista
My fair lady – George Cukor (1964)
Grease – Randal Kleiser (1978)
Armas de mujer – Mike Nichols (1988)
Justo se me venía a la cabeza todo aquello de Cronenberg y la nueva carne, con «Videodrome» y «La mosca». Mira que la segunda me gustó, pero me costaría un mundo volver a verla. En su día me resultó de lo más perturbadora física y mentalmente.
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Me encanta todas las veces que Paul Henreid enciende los dos cigarrillos junto a Bette Davis… me parecen escenas que son seducción pura… Y ver a la Davis y su transformación… un lujo.
Besos
Hildy
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Y qué me dices de «Existenz»? En efecto, las transformación anatómica es trascendental en el cine de Cronenberg. Son películas todas muy duras (no hace mucho publiqué la reseña de «Crash»), nada fáciles, cuya perturbación psíquica no invita a un segundo visionado.
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Pues la verdad es que no la he visto, leí cosas desfavorables sobre la misma y la verdad es que suelo necesitar acopio de fuerzas para acercarme a Cronenberg cuando está en plan truculento. La encargaré a ver qué pasa.
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Sí, Hildy, la escenas de los cigarrillos son maravillosas, muy seductoras. Pero, cuántos grandes momentos del cine clásico han tenido la nicotina como protagonista! Así a bote pronto recuerdo «Casablanca», «Perdición» o «Al final de la escapada» de Godard. Nunca he fumado, pero siempre he pensado que el cigarrillo fue un elemento crucial del cine clásico, casi un icono del mismo.
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Me gustan los folletines románticos. Esta es una de mis favoritas llena de grandes diálogos y con muy buenas interpretaciones. Ademas si no recuero mal suena Perfidia». Me encanta esa melodía……..
En cuanto a lo del tabaco. No hay mujer fatal que no fume en el negro de siempre. Digamos que un guante negro, unas caderas sinuosas y un cigarrillo junto a una caída de ojos insinuante. Son la esencia de la fem fatale
Existen, pues entretenida pero no esperes mucho mas. Cuidaros
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No recuerdas mal, Plared, en ella suena el famoso bolero de Alberto Domínguez. Ya que veo que estás de acuerdo conmigo en la fundamental conexión entre el cine negro y el tabaco, te daré la razón en que «Existenz» no es más que otra entretenida incursión cronenbergiana en el género fantástico. Eso sí, se deja ver muy bien…
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